Tenemos el honor de contar en la serie de Cantantes del siglo XXI con Alba Guerrero, cantaora de flamenco, artista, investigadora y madre.
¿Cuál es la primera experiencia que recuerdas con la música?
Tengo varios recuerdos bonitos. De pequeña, mi padre tocaba la guitarra y cantábamos todo tipo de canciones, desde Bossa Nova (Jobim, Toquinho...) hasta Kiko Veneno o The Beatles. Mi abuela María tenía un libro de canciones con xilofón que todavía conservo para cantar con mi hija y mi abuelo Antonio nos cantaba a todos los primos y luego nos grababa en casetes, era muy divertido.
¿En que momento decidiste que querías ser cantante?
Lo recuerdo muy claramente, tendría 15 años. Fue una Nochebuena en Huelva cantando flamenco con un grupo de amigos. Me lo pasé tan bien que quise hacer eso siempre.
¿Qué personalidad musical crees que te influyó más en tu carrera?
De algunos fui consciente y de otros no, pero bueno, al principio creo que me influyeron mucho Lole y Manuel con sus letras poéticas y la voz de la Lole; el dúo de Paco de Lucía y Camarón que me cautivó como buena aficionada que ya era, o las opciones más rockeras del flamenco como los grupos Pata Negra o Triana. Después los maestros con los que estudié, Naranjito de Triana y Chiqui de la Línea. Finalmente Enrique Morente, que es a mi parecer, el que más influye en todo lo que se está haciendo en el flamenco desde hace unos años.