En el proceso de aprendizaje es muy importante el contenido que asimilamos y también la manera en que lo hacemos. Son muchos los investigadores que han estudiando las maneras en que aprendemos las cosas, qué significados les atribuimos, qué utilidad les sacamos, como experienciamos el conocimiento.
Si en los comienzos de cualquier actividad somos conscientes de la importancia de este hecho nos ocuparemos de proporcionar y provocar sentimientos y sensaciones que mejoren la predisposición al aprendizaje y que metan al alumno en la rueda del sí: "Me sale, estudio, mejoro, me sale mejor..."
En el caso del canto, es fundamental asimiliar los procedimientos y la manera en que vivenciamos el acto físico de cantar, qué patrones musculares activamos, qué emociones imprimimos en el aprendizaje y que creencias tenemos sobre aquellos que hacemos.
Si estamos aprendiendo algo nuevo tenemos que ser muy tolerantes y tener una actitud abierta y concentrada ya que si incorporamos creencias del tipo: "esto es muy difícil", "siempre me pasa igual", "no puedo", etc. iremos creando una pauta mental de que para cantar necesitamos sentir que es difícil, que cambiar no es posible y que no podemos hacer las cosas.
Por eso creo que, muchas veces, el trabajo que tenemos que hacer es el de creer que si que podemos hacer los que nos propongamos. Recientemente leí una cita que decía "Tanto si crees que puedes como si crees que no puedes... tienes razón".
Y ¿Qué pasa cuando el mal ya está hecho? Es decir, cuando ya hemos incorporado patrones negativos en nuestros procesos de aprendizaje (la mayoría de las veces sin ser conscientes de ellos).
En mi opinión hay que desaprender y para ello hacen falta grandes dosis de humildad y de trabajo consciente. Mi experiencia me dice que cuando a tu mente y a tu cuerpo le das opciones (mentales y musculares) más eficientes y que provoquen mejores sensaciones estas se incorporan y los viejos patrones se sustituyen de manera progresiva. Obviamente hay que pasar por un proceso de autobservación y estar guiado por un profesional y aprender a distinguir e incorporar las nuevas sensaciones.