Como pedagoga he tenido ocasión de estudiar durante mi carrera la asignatura de psicopedagogía en la que se aprenden aquellos aspectos de la psicología que se deben de tener en cuenta en el proceso de enseñanza-aprendizaje y siempre he tenido un especial interés en conocer el funcionamiento de la psique humana, por mi crecimiento personal y para mejorar como docente.
Soy de la opinión de que en la enseñanza de la música hay que hacer un gran esfuerzo para desterrar de nuestras aulas memes que hemos heredado de la manera de enseñar de nuestros profesores y que ellos seguramente heredaron de otra generación de profesores y así sucesivamente hasta llegar a modelos pedagógicos de otras épocas que deberían estar más que superadas.
Es difícil ver otra realidad cuando todos o casi todos tus semejantes (hablo de los colegas docentes) se comportan de la misma manera y socialmente (en el entorno de la educación musical) esta aceptado porque siempre se hizo así y porque todo el mundo lo hace. Yo siempre intento comparar con docentes de otras materias como matemáticas o lengua para poner un poco de cordura y así me doy cuenta de que en muchas ocasiones es conveniente cambiar esquemas mentales por nuestro bien y el de nuestros alumnos. Por poner un ejemplo, parece que en ocasiones los profesores de instrumento se sienten ofendidos o ven dañado su ego docente si sus alumnos no obtiene resultados brillantes, esto es como si un profesor de matemáticas pensara que es mal profesor por suspender a un alumno. Es necesario que la autoestima del profesor, es decir, su manera de proceder no se vincule a los éxitos y fracasos de los alumnos porque siempre tendrá alumnos mejores y peores.
Recientes estudios sobre el funcionamiento del cerebro en los proceso de aprendizaje demuestran que aquello que aprendemos vinculado a emociones positivas se fija de una manera más duradera y produce cambios significativos en las estructuras cerebrales, por lo tanto debemos de ir abandonando la idea arcáica de "la letra con sangre entra".