No es una postura correcta, no es una terapia, no son ejercicios de relajación.
El trabajo con un profesor de Técnica Alexander consiste en un proceso gradual de toma de conciencia del propio esquema corporal habitual.
Para los músicos, este trabajo es beneficioso porque les permite descubrir todo aquello que obstaculiza el movimiento natural y equilibrado de la persona.
Para los músicos, este trabajo es beneficioso porque les permite descubrir todo aquello que obstaculiza el movimiento natural y equilibrado de la persona.
La base del trabajo está en considerar al músico como un ser integrado en el que todo (la mente y el cuerpo) está interaccionando de manera simultánea.
Existe una ley del movimiento en los seres vertebrados que se basa en que la relación cabeza-columna organiza el resto del movimiento del cuerpo.
En un músico que emplee sus manos, el movimiento no debe partir de las manos en sí mismas sino de la manera en que están conectadas a la relación cabeza-columna.
En un músico que emplee sus manos, el movimiento no debe partir de las manos en sí mismas sino de la manera en que están conectadas a la relación cabeza-columna.
La Técnica Alexander es beneficiosa para reeducar la percepción sensorial en el espacio. En muchas ocasiones, las ideas que tenemos sobre lo que es correcto no se corresponden con una realidad fisiológica, es decir, no por decir a una persona que se ponga erguida va a corresponderse con esa realidad, muchas veces se corresponde con su idea de estar erguida.
Esta diferencia a la hora de percibir el propio cuerpo crea un sistema de compensaciones musculares que tarde o temprano son perjudiciales para la vida y se manifiestan en dolores crónicos. En el caso del los músicos pueden llegar a amenazar su desarrollo profesional.
Esta diferencia a la hora de percibir el propio cuerpo crea un sistema de compensaciones musculares que tarde o temprano son perjudiciales para la vida y se manifiestan en dolores crónicos. En el caso del los músicos pueden llegar a amenazar su desarrollo profesional.
Gracias a una capacidad del cerebro llamada neutro-plasticidad, es decir, la capacidad de crear nuevas conexiones neuronales a partir de la intención consciente, se puede reeducar el movimiento.
Un músico debe aprender a dar prioridad al proceso de adquisición de una técnica musical que le van a permitir alcanzar sus objetivos y no al resultado inmediato.
Mi experiencia con la Técnica Alexander ha sido beneficiosa por varias razones:
- La primera es que me ayudó a tener una mayor conciencia de mi percepción corporal y gracias a ella accedí a una comprensión mayor de mí misma y de lo que sucedía tanto en mi cuerpo como en mi mente.
- La segunda está relacionada con el sistema de percepción humana, un cantante debe asegurarse de que lo que suena fuera se corresponde con el sonido que percibe internamente.
- La tercera está relacionada con el proceso que se sigue para llegar a un fin; en mi caso, el fin (cantar bien) no era tan importante como el proceso de toma de conciencia de lo que estaba haciendo debido a que entiendo que la técnica vocal es un conjunto de recursos conscientes a los que acudir para obtener un determinado resultado.
Os recomiendo dos libros esenciales de la Técnica Alexander que podéis adquirir pusando el ENLACE que hay al lado:
- El uso de sí mismo. Mathias Alexander. Divulgación-Autoayuda
- Cómo aprender la Técnica Alexander. Conable. Obelisco Salud.
Por último me gustaría dejaros la referencia de la Asociación de Profesores de Técnica Alexander que avala el ejercicio de sus profesionales y que podéis contactar en el siguiente link Asociación de Profesores de Técnica Alexander de España