¿Cuál es la primera experiencia que recuerdas con la música?
Recuerdo cuando me sentaron por primera vez en un piano vertical, a los cinco años, mis pies no tocaban el piso, sentí una gran emoción por pasar de dibujar claves de sol y notas en el pentagrama a tocarlas y escucharlas con ese sonido majestuoso del piano. La música fue lo primero que aprendí a leer.
¿En qué momento decidiste que querías ser cantante?
Canto desde muy chica, en los coros de la iglesia que dirigí luego el de niños y los colegios primario y secundario donde también tocaba la guitarra. A los 18 ya era cantante profesional, pero por razones laborales y económicas tuve que esperar dos décadas para poder dedicarme a la música enteramente.
¿Qué personalidad musical crees que te influyó más en tus comienzos?
Whitney Houston, Madonna, Celine Dion, Luis Miguel.
¿Cuáles son tus cantantes o músicos favoritos?
Ute Lemper, Diana Krall, Fredy Mercury, Piaf, Carlos Gardel, Susana Rinaldi y María Graña como cantantes. Mozart, Beethoven y Astor Piazzola como músicos.
¿En qué repertorio te sientes más a gusto en la actualidad?
Astor Piazzolla, Eladia Blázquez, tango.
Cuéntanos, por favor, alguna experiencia o anécdota que te venga a la memoria que tenga que ver con tu voz o tu experiencia profesional.
A los 18 años integraba el Coral Mozart en Buenos Aires, teníamos una presentación en el Centro Cultural Recoleta y de los nervios y la emoción pensé que se me cortaría la voz. No sólo no sucedió eso, sino que mi voz empezó a fluir con más brillo y armónicos nuevos. El director me dijo: “viste Marisa, en determinado momento cae la ficha”. No me lo olvido más.
¿Qué opinas de la situación actual de los músicos y los cantantes?
La tecnología revolucionó todo en esta industria. Pero aún creo que es muy importante grabar discos para desarrollarse como cantante, dejar una impronta propia y trascender en la música en el género que uno elija.
A los que les interesa la fama con un video y un tema muy pegadizo es suficiente, si saben usar muy bien las redes sociales y le sacan provecho. Es más accesible darse a conocer, pero más complicado vivir de la música.
¿Qué consejo o recomendaciones darías a los que empiezan ahora a cantar?
Cantar es un camino de ida, para el que lo siente como una pasión. Para ser profesional, hay que dedicarle mucho tiempo como lo hace un músico con su instrumento, y no dejar de aprender nunca, no importa en qué etapa del proceso te encuentres.
Los cantantes somos atletas de alto rendimiento. Es muy importante el autoconocimiento, también.
¿Quieres añadir algo más sobre tu relación con la música?
La música es el lenguaje universal, cantes en el idioma que cantes. Calma el espíritu, nutre el alma, genera identidad y comunidad, hace que las personas nos conectemos con las emociones y la alegría de vivir.
Además, personalmente, en este momento me permite conocer gente de muchos lugares distintos y hacer nuevos amigos.
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