— ¡Laura es hora de ir al colegio, vamos, vístete y desayuna! — Dijo su madre tan fuerte, que el eco, aun resonó durante un rato.
Laura, fue al baño, se puso su camisa blanca con la falda negra, se lavo los dientes y bajo a toda prisa por las escaleras. Aquella casa era demasiado grande para solo vivir tres personas, su padre, madre y ella. No sabia porque tenían que vivir tan alejados del colegio. Tener que viajar media hora en coche todos los días, era un aburrimiento. Pero lo mas duro era llegar al colegio, donde hablar era un triunfo para ella. Había ido a mas de 10 pedagogos, pero ninguno conseguía que pudiera pronunciar 3 palabras seguidas sin sentirse mal consigo misma. ¡Laura quería charlar con sus amigas!, pero no sabia como hacerlo.
—¡Vamos Laura llegaremos tarde al cole! — La grito de nuevo su madre a Laura para sacarla de su pensamiento.
Llegando al cole, la dejo su madre en la puerta con un abrazo y se fue. Laura, aun así era risueña, aun sabiendo que le costaba comunicarte con su voz, sabia como hacerse entender de otras maneras. Normalmente escribía, pero todo eran prisas, y muchas veces ni lo leían. Al llegar a la puerta escucho el sonido de aquel pájaro.
Y por alguna razón, ¡entendía lo que decía!. Estaba tan atónita que se sentó a escuchar lo que estaba diciendo:
—¡Hijo mio donde estas! ¡Hijo mio vuelve mama te esta buscando! — cantaba el cuco
Laura enseguida se puso debajo del árbol e intento llamar la atención del cuco:
—¡Gruei gureoureo! — Dijo con mucho esfuerzo.— Por favor, ¿me ayudas? Estoy buscando a mi hijo y no se donde esta, estoy muy
preocupada — Dijo aquel pájaro cantor.
Laura ¡entendía aquel pájaro!, pero no sabia como comunicarse con el. Laura empezó a correr y se fue directa a la biblioteca del instituto. Allí, busco en un gran libro de pájaros un ejemplar igual y leyó que se trataba de un Cuco. Se puso a indagar y se dio cuenta que los pájaros se comunicaban cantando y entonces tuvo la idea. Pensó que si los pájaros eran capaces de emitir sonidos de canto en su lenguaje para comunicarse, ella podría intentar hacer lo mismo.
Se fue corriendo hasta casa, como alma volando, y cuando llego cogió su equipo de música y empezó a escuchar música de violín, según escuchaba el sonido, ella lo imitaba, y lo unificaba con las vocales.
— AAAA... EEEEE ... — Cantaba Laura.
No sabia como lo hacia, pero, sin darse cuenta las palabras empezaban a brotar de su boca cantándolas con la música. Se sentía feliz, porque al fin su coordinación era increíble. Ya en la tercera canción de violín, era capaz de decir una frase completa. Su madre que subió corriendo al oírla cantar dijo:
—¡Pero Laura quien te ha enseñado a cantar así! — Exclamo llorando de alegría.— Mama ha sido un pájaro cuco, que se ha posado en un árbol en el colegio, he buscado la información sobre el, y me ha revelado que los pájaros se comunican cantando, y yo quería probar lo mismo. — Le salio hablando del tirón sin cometer ningún error.
Las dos se abrazaron con fuerza y lloraron juntas. Laura aprendió a modular su voz con la música, porque se dio cuenta que cantando era otra forma de comunicación y eso es lo que siempre ella había querido comunicarse.
Más info:
Twitter: @laelfadorada
Instagram: _laelfadorada_
youtube: La Elfa Dorada
blogger: https://laelfadorada.blogspot.com/
spotify: Carmen Martinez Nieto
soundcloud: Carmen Martinez Nieto
—¡Gruei gureoureo! — Dijo con mucho esfuerzo.— Por favor, ¿me ayudas? Estoy buscando a mi hijo y no se donde esta, estoy muy
preocupada — Dijo aquel pájaro cantor.
Laura ¡entendía aquel pájaro!, pero no sabia como comunicarse con el. Laura empezó a correr y se fue directa a la biblioteca del instituto. Allí, busco en un gran libro de pájaros un ejemplar igual y leyó que se trataba de un Cuco. Se puso a indagar y se dio cuenta que los pájaros se comunicaban cantando y entonces tuvo la idea. Pensó que si los pájaros eran capaces de emitir sonidos de canto en su lenguaje para comunicarse, ella podría intentar hacer lo mismo.
Se fue corriendo hasta casa, como alma volando, y cuando llego cogió su equipo de música y empezó a escuchar música de violín, según escuchaba el sonido, ella lo imitaba, y lo unificaba con las vocales.
— AAAA... EEEEE ... — Cantaba Laura.
No sabia como lo hacia, pero, sin darse cuenta las palabras empezaban a brotar de su boca cantándolas con la música. Se sentía feliz, porque al fin su coordinación era increíble. Ya en la tercera canción de violín, era capaz de decir una frase completa. Su madre que subió corriendo al oírla cantar dijo:
—¡Pero Laura quien te ha enseñado a cantar así! — Exclamo llorando de alegría.— Mama ha sido un pájaro cuco, que se ha posado en un árbol en el colegio, he buscado la información sobre el, y me ha revelado que los pájaros se comunican cantando, y yo quería probar lo mismo. — Le salio hablando del tirón sin cometer ningún error.
Las dos se abrazaron con fuerza y lloraron juntas. Laura aprendió a modular su voz con la música, porque se dio cuenta que cantando era otra forma de comunicación y eso es lo que siempre ella había querido comunicarse.
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