Os comparto también a continuación un poema de Agustín Manuel Martínez dedicado a Paco Martín:
El niño que soñaba ser músico
y fue todo lo que quiso ser.
Subió peldaños,
Dr. Gradus ad Parnassum.
Ayudando se ayudó,
escuchando todo lo oyó.
Después de tanto andar
un día se cansó.
Su oído dijo “no”.
Su mente seguía escarbando.
Por dentro latía el niño cordobés,
su curiosidad no se había suicidado.
Un hombre-niño que fue todo
y es una página de la Historia.
La música fue también Histeria,
su música fue sanarse a través de ella.
Pues la música es, como el amor y el sexo,
una patología extrema, un problema pasajero.
Bendita locura, maldita picadura,
tatuaje sonoro de una época mejor.