Por: Isabel Villagar, profesora de canto
Hay millones de aspirantes en el mundo a poder vivir profesionalmente del mundo de la música. Es realmente fácil abrir la boca y cantar algo, casi todo el universo lo ha hecho alguna vez. Lleva poco gasto energético asociado.
Hay millones de aspirantes en el mundo a poder vivir profesionalmente del mundo de la música. Es realmente fácil abrir la boca y cantar algo, casi todo el universo lo ha hecho alguna vez. Lleva poco gasto energético asociado.
De ahí a pasar a creerse que uno es un grandísimo cantante (generalmente incomprendido por la humanidad) :) hay poco camino.
Una de las razones de esto es que al cantante aficionado le gusta mucho "oirse por dentro", cantar genera mucho placer, se acostumbra a su manera de hacerlo, sea correcta o totalmente insana y acaba "auto gustándose" mucho, hasta en demasía...
Incluso, la mayoría, se convierten en imitadores de sus cantantes favoritos o eso creen ellos que son.
Luego se encuentran con el juicio externo entendido (la realidad) y el batacazo suele ser descomunal. No entienden por qué no les contratan, por qué no pasan los castings, etc... y encuentran "mil razones" para auto justificarse y continuar por el mismo camino transitado (errado y erróneo).
¿Por qué esta imagen distorsionada de su propia realidad?
- porque no dominan su voz,
- ni cantan con su propia voz,
- ni han descubierto su voz,
- y más grave aún: creen que su voz es la que ellos escuchan (internamente, cuando todos sabemos que la voz que se escucha "fuera" es muy diferente, como cuando alguien se oye en una grabación y se lleva una especie de shock por no asociarla con lo que cree que es su voz).
La voz real es la que escuchan los demás, la que escuchará el 99'99999999999 del universo , menos tú desde tu propio cuerpo, al estar insertada en él y escucharse resonando distinta. Tú eres la fuente emisora y al mismo tiempo receptora, por ello te percibes de manera distorsionada.
Ante esto no sirve escuchar ejercicios de YouTube (en su gran mayoría y de todo tipo, mal pautados, erróneos, incoherentes, inconsistentes, no fundamentados y hasta peligrosos), sólo la interacción personalizada y sostenida en el tiempo uno a uno puede ayudar a reconfigurar esa percepción distorsionada de la propia voz.
El buen profesor te ayudará a distinguir las sensaciones internas "buenas" de las "malas" y además te recomendará que te grabes constantemente para que aprendas a escuchar tu voz como la escuchan los demás y tengas un registro objetivo de tus avances.
No son igual de válidas todas las opiniones en el mundo del canto
Casi todas las personas que acuden a mi estudio han tenido experiencias con el canto, les han dicho en su familia o entorno de amistades que cantaban muy bien, sus profesores de música les han aconsejado asistir a mis clases, etcétera...
Una de los primeros comentarios que suelo hacer es que las personas de su entorno siempre les van a escuchar con cariño por el vínculo que han desarrollado con los años y que no siempre van a ser totalmente objetivos, a veces hasta inconscientemente.
Por ello es necesario que desarrollen su propio criterio y que sobre todo confíen en el de los profesionales que llevan muchos años escuchando cientos de voces.
De lo contrario se corre el riesgo de pensar que un estudiante está al mismo nivel que Beyoncé o Ariadna Grande estando al nivel aún "ducha", "coche", "festival de final de curso" y subiendo un escalón más "cantante de eventos BBC" (Bodas, Bautizos y Comuniones;)
Hace falta mucha humildad para asumir que hay margen de mejora siempre, y en muchos casos (la mayoría) inmenso y que ponerse en manos de un profesional es la mejor solución.
A la par que te ayudará a mejorar, animándote a ello, sabrá llevarte a tu siguiente estación en el trayecto del canto profesional.
Más contenidos musicales en
*Página: Vocal Center:
*Grupo:
© Isabel Villagar, profesora de canto