Por: Isabel Villagar, Profesora online de canto
Como pedagoga vocal e investigadora educativa tengo una especial debilidad hacia los temas relacionados con el funcionamiento de la voz desde un punto de vista científico.
Como pedagoga vocal e investigadora educativa tengo una especial debilidad hacia los temas relacionados con el funcionamiento de la voz desde un punto de vista científico.
Me gusta conocer la anatomía y la fisiología de la voz y entender cuáles son los mejores recursos para enseñar a las personas a conocer y utilizar su voz de una manera eficiente.
Por otro lado, me fascinan los descubrimientos que desde el campo de la neurociencia se están produciendo en torno a cómo el cerebro se comporta cuando se canta.
La neuroeducación es una disciplina en auge y ya se han realizado estudios sobre el desarrollo de las estructuras neuronales implicadas en la actividad musical y en el canto.
La neuroeducación es una disciplina en auge y ya se han realizado estudios sobre el desarrollo de las estructuras neuronales implicadas en la actividad musical y en el canto.
Me llamó especialmente la atención cuando leí que el establecimiento del aprendizaje del canto y del habla siguen caminos o rutas neuronales diferentes, esto quiere decir que la voz cantada y la voz hablada requieren de estímulos diferentes.
Los niños/as en su primera infancia imitan los modelos que tienen a su alrededor, si los adultos hablan y cantan ellos desarrollarán los recursos necesarios (rutas neuronales, coordinación fono respiratoria, etc.) para producir tanto la voz hablada como la voz cantada.
Se ha estudiado que los niños imitan muy pronto los contornos melódicos de las canciones que les cantan (aún sin poder articular de manera adecuada las palabras).
La investigadora Trollinger descubrió que los niños que tienen una frecuencia fundamental del habla es un factor determinante a la hora de establecer la voz cantada. Aquellos niños que hablaban en frecuencias más agudas presentaban una mayor facilidad a la hora de cantar que aquellos que hablaban en frecuencias más graves.
Los niños/as en su primera infancia imitan los modelos que tienen a su alrededor, si los adultos hablan y cantan ellos desarrollarán los recursos necesarios (rutas neuronales, coordinación fono respiratoria, etc.) para producir tanto la voz hablada como la voz cantada.
Se ha estudiado que los niños imitan muy pronto los contornos melódicos de las canciones que les cantan (aún sin poder articular de manera adecuada las palabras).
Investigando la voz de los niños
La investigadora Trollinger descubrió que los niños que tienen una frecuencia fundamental del habla es un factor determinante a la hora de establecer la voz cantada. Aquellos niños que hablaban en frecuencias más agudas presentaban una mayor facilidad a la hora de cantar que aquellos que hablaban en frecuencias más graves.
Otra investigadora, Rutowski ha establecido una escala para valorar el grado de establecimiento de la voz cantada en la infancia que es una gran herramienta para los docentes. Los 5-6 años son una edad crítica para el establecimiento de la voz cantada y es por ello muy necesario estimular a los niños en esta etapa con canciones sencillas, juegos vocales etc., para crear esas rutas neuronales.
Este hecho permite entender por qué unos niños que cantaron durante su primera infancia pero dejaron de hacerlo posteriormente puedan re-aprender en las clases de canto individuales, gracias a una correcta retroalimentación del docente, es decir, tienen que establecer y asentar las conexiones neuronales preexistentes.
En aquellos niños/as que no se estableció la voz cantada en la primera infancia el trabajo también se puede realizar pero con un esfuerzo mayor y con muchos ejercicios de exploración vocal y centrando el trabajo en el establecimiento de un adecuado esquema corporal vocal.
Este hecho nos permite comprender también por qué aquellas personas que nunca han dejado de cantar pueden cantar de una manera saludable toda su vida, seguramente porque las conexiones neuronales nunca se debilitaron y ese esquema corporal vocal se fue desarrollando conforme crecían y se desarrollaban física, mental y emocionalmente.
Las conexiones neuronales y el canto
En aquellos niños/as que no se estableció la voz cantada en la primera infancia el trabajo también se puede realizar pero con un esfuerzo mayor y con muchos ejercicios de exploración vocal y centrando el trabajo en el establecimiento de un adecuado esquema corporal vocal.
Este hecho nos permite comprender también por qué aquellas personas que nunca han dejado de cantar pueden cantar de una manera saludable toda su vida, seguramente porque las conexiones neuronales nunca se debilitaron y ese esquema corporal vocal se fue desarrollando conforme crecían y se desarrollaban física, mental y emocionalmente.
La anatomía común
Desde esta bitácora siempre he defendido un planteamiento optimista, positivo del hecho de cantar, es decir, si todos compartimos una misma anatomía, todos podemos aprender a utilizar la musculatura de una manera coordinada.
Es más, afirmo que los niños no deberían de dejar de cantar para poder tener un completo desarrollo vocal y musical y deberían ser estimulados a ello desde su más tierna infancia.
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© Isabel Villagar, Coach Vocal Online
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