Nacida costarricense aunque nacionalizada mexicana, la vida de Chavela Vargas es analizada a través de entrevistas, canciones y testimonios de personas afines a su figura en el documental de mismo nombre, Chavela, de Catherine Gund y Daresha Kyi.
Maria Isabel (en apócope de Chavela) fue una mujer adelantada a su época.
Iba por delante de su tiempo en muchos aspectos: si pensamos que sintiéndose homosexual desde niña (vestía como un niño, se comportaba rudamente, etc...) no manifestó públicamente esta condición hasta el año 2000, siendo por todos sabido (por la hipocresía de la sociedad), se puede entender que, en sus palabras "a mis padres les nació una niña rebelde".
Vivió de una manera intensa en todos los aspectos y esa intensidad que conseguía transmitir en sus canciones también le hizo perderse a sí misma en el alcohol durante más de una década.
Sin embargo supo reponerse y abandonar la bebida en pro de su arte. En su manera de expresarse quería "morirse encima del escenario".
Llama la atención la estrecha relación que entabló con José Alfredo Giménez, compositor y cantante mexicano, cuya muerte le afectó sobremanera. En el documental se narra que el dueño del local se asustaba al verlos llegar juntos porque sabía que se quedaría sin existencias de tequila porque solían estar hasta tres días seguidos.
Sus inicios como cantante
A los diecisiete años se mudó a México y comenzó a cantar, aunque ya lo hacía desde antes, desde pequeña, desde los nueve años. Allí se relacionó con todo el star system hollywoodiense que visitaba Acapulco.
Así, actuó en la fiesta nupcial de Elizabeth Taylor, conoció a Ava Gardner, Cantinflas, Grace Kelly, y un largo etcétera. Trabó especial amistad con los artistas plásticos Frida Kahlo y Diego Rivera y también con Picasso, Neruda, Agustín Lara o Gabriel García Márquez.
Sobre su manera de cantar hay que destacar la emoción que transmite en cada palabra, no hay ni una sola frase sin una intención profunda y esa capacidad de expresión es una de las características que la hicieron grande.
A la hora de cantar las rancheras lo hacía de una manera llana y pura, sin demasiadas ornamentaciones, esencialmente, con mucha intensidad vocal, pronunciando con énfasis, timbrando las palabras de mayor carga expresiva.
Cuando se pensaba que su carrera estaba finalizada volvió a imponerse
Resurgió en España al final de su vida, en los años noventa, en la sala Caracol de Madrid y como ave fénix volvió a los escenarios reclutando nuevas generaciones de admiradores.
En el documental de Catherine Gund y Daresha Kyi, basado en una entrevista justo antes de estos sucesos, el genial cineasta Pedro Almodóvar habla de su admiración hacia su figura y su impulso a la hora de darle visibilidad a través de la inclusión de las canciones de Chavela Vargas en sus películas.
Dejamos el audio de su interpretación de la celebérrima canción popular mexicana conocida internacionalmente "La Llorona":
Para extender la información, otro documental:
