Por: Redacción
La improvisación ha conseguido, en los últimos años, ser un elemento principal dentro del mundo musical.
La improvisación supone la invención de cualquier música, fragmento o elemento musical, a través de un instrumento, la voz o cualquier otro tipo de medios sonoros.
La improvisación no se puede definir en un sentido puro y estricto, pues siempre se parte desde elementos conocidos a los que se va dando una orden diferente.
Toda composición arranca de una improvisación y a partir de ahí, se desarrollan una serie de esquemas más o menos lógicos, que son el acto de creación que proporciona ideas para la obra.
La improvisación como forma de expresión musical
La improvisación musical es una técnica pedagógica que se ha usado siempre en las metodologías musicales y algunos expertos la han definido como la forma de expresión musical creativa, libre y espontánea que, según la actividad desarrollada en e proceso de improvisar, puede asimilarse fácilmente por medio del luego.
Ahora bien, si bien el juego puede usarse para desarrollar la improvisación, no debe haber improvisación en el juego, pues debe perseguir el cumplimiento de los objetivos propuestos. Para un alumno, aprender a improvisar es conocerse a sí mismo y sus posibilidades de absorber conocimientos de una nueva experiencia.
Improvisar, al final del camino, consiste en un ejercicio bastante simple de pequeñas formas rítmicas y melódicas y abarca desde la exploración de una tonalidad hasta descubrir el estilo del compositor.
Etapas de la improvisación
La improvisación musical es un proceso por medio del cual, se hacen producciones casi instantáneas y su actividad involucra tomar partes del producto musical, así como del proceso para llegar a tal producto.
Cuando se presenta la improvisación musical como una técnica de aprendizaje musical, responde principalmente a cuatro etapas definidas que nos indicarán si se ha cumplido con el cometido estipulado, y son las siguientes:
Absorción de materiales auditivos
La música penetra a través del oído e influye sobre la naturaleza fisiológica afectiva y mental del individuo.
Adquisición de conocimientos
De forma progresiva se van aislando fórmulas específicas que integran el fenómeno sonoro, mientras se descubren formas rítmicas, melódicas que hacen que el repertorio de percepción auditiva del individuo aumente.
Producción de emociones
El alumno, al estar en contacto con los sonidos o diversas estructuras sonoras y musicales, da paso al despertar y afloro de emociones.
Improvisación musical
Se exteriorizan los materiales auditivos que la persona ha interiorizado y a través de la experiencia vivida, juzgará y reconocerá elementos musicales.
Objetivos de la improvisación
Definir los objetivos que se persiguen con la improvisación es fácil y se encuentran resumidos de la siguiente forma:
- Adquisición de los elementos del lenguaje musical
- Aproximación y contacto con los instrumentos y por medio de ellos con la música
- El desarrollo de la creatividad
- Afianzamiento de la técnica instrumental
Metodología para la improvisación
Es importante que el maestro musical logre que el alumno tome conciencia, por medio de múltiples y variadas actividades de expresión musical, de su potencial musical, su caudal creativo.
Además, debe permitir el crecimiento de dicho caudal a través del uso de nuevos procedimientos, a partir de juegos musicales, a crear y experimentar con la realidad musical; en otras palabras, a improvisar, asociando la técnica como un sinónimo de juego.
Una de las técnicas utilizadas es la imitación, para que el niño pueda desarrollar la memoria auditiva y reconocer modelos idénticos o distintos. Se recomienda para facilitar el proceso en esta fase, el uso de textos que permitan la extracción del ritmo de las palabras y poder trasladarlas a instrumentos de pequeña percusión o al movimiento.
Algunas tareas de improvisación aquí pueden ser añadir una línea extra para incluir un nuevo verso a una canción o encontrar una palabra que vaya bien con un modelo rítmico dado.
La exploración a través de juegos hablados, utilizando todo tipo de fonemas también es útil, componiendo palabras sin sentido, jugando con la extensión y el timbre de la voz. También se puede incluir aquí la exploración de movimientos con algunas partes del cuerpo y el descubrimiento de materiales sonoros.
La técnica de trabajo en grupo, en donde se decide un proyecto en torno a un tema dado y es otra de las técnicas usadas para promover la improvisación.
Tipos de improvisación
Algunas de las técnicas pedagógicas más usadas para promover la improvisación, son las siguientes:
Improvisación rítmica
La música en general y la folklórica en particular, provoca respuestas rítmicas espontáneas en las que se observan diversas agrupaciones y ritmos básicos. Esta circunstancia permite trabajar la educación rítmica en su aspecto vocal, corporal o instrumental.
Para lograr esto, hay varias estrategias de las que se valen los instructores, como ejercicios de imitación de patrones rítmicos o vocales. De la misma forma que el niño aprende el idioma materno (por imitación) para luego construir sus primeras frases, con la educación musical sucede igual.
Al inicio se usa la percusión corporal en un nivel básico para ir poco a poco integrando la utilización de los cuatro niveles corporales (manos, rodillas, dedos y pies).
Improvisación melódica
Toda la música que el niño va aprendiendo, determina la fijación de ciertas pautas melódicas (tonales y modales) básicas mediante las cuales se expresa. El sentido tonal lo lleva dentro y se debe promover el manipuleo vocal e instrumental de los sonidos para que aprenda a moverse y advertir su ausencia o distorsión.
En la improvisación melódica se utilizan técnicas de imitación vocal y la de pregunta-respuesta, sobre una escala pentatónica al principio, para llegar a trabajar con la escala mayor. Se trabaja la creación de canciones mediante el encadenamiento de frases improvisadas y la exploración de los recursos vocales como medio expresivo.
En esta se emplean sonidos musicales utilizando un ritmo constante de negras, donde el profesor improvisa dos compases entonando y continua un alumno improvisando otros dos compases, también a ritmo de negras.
De nuevo interviene del profesor con otros dos compases, al que debe contestar otro alumno y sigue el ejercicio siempre con esa alternancia. Todos los alumnos deben marcar de forma constante el compás, en la realización del ejercicio.
Improvisación armónica
Un alumno que ya está habituado a escuchar música, trabajar con sus elementos y explorar los otros de percusión de determinada altura (metalófonos, xilófonos, carrillones) encontrará fácilmente los acordes correspondientes a las funciones básicas de tónica dominante y subdominante que su oído necesita para acompañar una melodía.
Más adelante, ampliará su vocabulario armónico mediante el descubrimiento de otro tipo de acordes (alterados, secundarios) para llegar al descubrimiento y exploración de cadencias clásicas. El acompañamiento de canciones sencillas con acordes básicos, así como la improvisación melódica sobre los mismos constituyen ejercicios de improvisación muy importantes.
Con la ayuda de un instrumento armónico como la guitarra o piano se pueden obtener invenciones más tonales y métricas. en un ejercicio donde el maestro debe tocar uno o dos acordes cualesquiera o relacionados y todos los niños han de improvisar melodías que se lleven bien con lo que está sonando.
Los ejercicios relativos al dominio melódico (intervalos y motivos melódicos) ofrecen grandes posibilidades de expresión y no se deben convertir en algo mecánico o costoso. No hay que olvidar que la emoción y la melodía deben ser primordiales en la educación artística.
Improvisación instrumental
El conocimiento y la técnica del Método Orff y su trabajo de creación de bordón acompañando a diferentes canciones, textos y rimas, motivará al niño a la hora de acercarse a un instrumento. La improvisación instrumental no surge sola, sino a consecuencia de un activo manipuleo auditivo, manual y mental de materiales musicales.
Recursos didácticos para la creación musical
Antes de los dos años, muchos niños ya cantan canciones cortas y entre los dos y cinco años (cuando el niño siente que puede manejar su voz) inventan canciones de animales, princesas, héroes, cualquier cosa. Estas son invenciones arrítmicas y atonales y por medio de ellas el niño expresa con amor su estado interior, su pensamiento.
Este instinto que hace al niño cantar, más tarde desaparece con el despertar de las funciones intelectuales. Sin embargo, la música permite mantener esta pequeña llama encendida y se puede comenzar por improvisaciones colectivas libres, unidas al movimiento.
Los niños inventan de una manera espontánea en casa o con sus amigos, mientras juegan. Pero en clase, delante de los demás niños, quizás no estén animados a hacerlo, por ello se debe recurrir a menudo a algún movimiento físico, un balanceo o golpearse los músculos con las manos, cualquier cosa. Así es probable que se encuentre más dispuesto para inventar o crear.
Dentro de los ejercicios que se pueden realizar es ponerlos a pasear en el salón mientras cantan lo que se les ocurre. A manera de corro, el profesor y los niños inventan y gesticulan al unísono (puede ser un grupo de marcianos hablando todos a la vez, o los animales del zoológico, o extraterrestres emitiendo sonidos), en un entorno muy divertido, ideal para aprender.
