La ventriloquía es un arte que se suele realizar mediante una vocalización muy disimulada.
Por: Redacción
Los buenos ventrílocuos (personas que se dedican a entretener mediante el arte de la ventriloquía), la hacen en casos expertos, a través de la boca entreabierta y moviendo lo menos posible los labios y comúnmente el ventrílocuo procura que la propia actuación, se concentre en el muñeco y que la audiencia aparte la atención del operador de éste.
En el mundo este arte tiene muchos exponentes, algunos con muchos años de experiencia, en Argentina por ejemplo, la ventriloquía es muy popular y son una cantidad considerable de buenos ventríloucos, los cuales tienen sus espectáculos divididos en público adulto e infantil.
En Argentina como este arte es muy popular y tradicional; hasta se ha creado un círculo donde estos personajes tienen reuniones, se contabilizan para ver la evolución de la ventriloquía y así nace “El Círculo Ventrílocuos Argentinos”, que es una idea concebida por el ventrílocuo Miguel Ángel Lembo, mejor conocido como “Miguel y Pascualito”, esto a raíz de una conversación sostenida con otro colega de éste, donde ambos expresaban la idea de poder verificar cuántos artistas en el arte de la ventriloquia; existirían en la República Argentina.
El “CIVEAR” es un sitio de reunión donde además de conocer a los artistas dedicados al arte de la ventriloquía, también se teje una historia sobre este apasionante arte ya que son una asociación cultural, que sumando a sus 182 miembros se suman en una sola demanda donde buscan otorgarle la presidencia al genial artista y especial ser humano; Ricardo Gamero pero lamentablemente fallece en mayo de 1999, (meses antes de la apertura del círculo), dejando el cargo en manos de Miguel Ángel Lembo.
Los ventrílocuos más populares de Argentina
En primer lugar se menciona al genial Ricardo Gamero, quien nació un 25 de mayo de 1938 en la localidad argentina de Zárate y murió el 20 de mayo de 1999 (a la edad de 60 años). A este fabuloso personaje se le conoció en toda Argentina por su muñeco de ventrílocuo Míster Chasman, al cabo de un tiempo comenzó a trabajar con Chirola otro muñeco que se unió a Míster Chasman en una pareja muy dispareja. Chasman era un personaje serio, formal, y culto; mientras que Chirolita (así comenzó a llamarse cariñosamente a este muñeco), era de personalidad infantil, traviesa y algo desinhibida. La dinámica de trabajo con estos muñecos; consistía en hacer un diálogo basado en el relatos de situaciones diarias, donde se daba la ocasión para que el cultísimo Míster Chasman aleccionara con buenos modales a Chirolita, quien continuamente no entendía y en otras ocasiones renegaba.
Otro ventrílocuo argentino que no tuvo la fama ni el apoyo del público argentino como en el caso de Míster Chasman, ha sido Emilio Dilmer que fue muy conocido en otros países de América Latina, especialmente en Venezuela. Emilio Dilmer Pallavercich, quien era mejor conocido como “Profesor Dilmer”, también se destacó como ilusionista. Como dato curioso se tiene que uno de los muñecos de Dilmar “Gregorio”, fue diseñado por Benito Quinquela Martín, un entrañable artista nacido en la ribera porteña argentina. Además de Gregorio, el Profesor Dilmer tenía a Benancio un emigrante afrodescendiente, de quienes se recuerdan las frases populares: “Tranquilo, Benancio” y “distancia y categoría”.
El 15 de octubre de 1933, en la capital argentina nacía Ángel Torres, quien desde temprana edad tuvo una orientación hacia el humor y el canto de tangos, donde adoptó el pseudónimo de Wilde. En el año 1957 al ir Torres caminando por la “Estación Carlos Pellegrini” del ferrocarril subterráneo de “Buenos Aires”, distraído en la rabia tras un pleito de abogados se resbaló y se dañó seriamente la espalda y al estar enyesado por nueve largos meses; durante ese período de recuperación y para superar las dificultades para dormir, comenzó a practicar yoga y ejercicios de respiración, emitiendo sonidos al exhalar sin mover los labios, por lo que descubrió así que tenía facultades de ventriloquía.
Ensayando mucho para desarrollar su talento, Torres decidió comenzar a probar animando y poniendo voz a un muñeco, (mismo que compró al hermano de un luchador llamado Caballero Rojo de los célebres “Titanes del Ring”, de Buenos Aires). A este muñeco, lo llamó “Paquito” que como dato curioso tenía casi la misma edad de Torres, pues había sido construido en 1932, aunque originalmente era llamado “Don Paco”, al adaptarlo y modificarlo le dio un aspecto juvenil y encantador, con ojos saltones y cejas en alto.
Datos interesantes sobre la ventriloquía en Argentina
“Pascualito” fue primer muñeco y parte del principal cartel de Miguel Lembo en su espectáculo, además de iniciar una carrera artística Lembo se dedicó a rastrear a otros ventrílocuos (Marcelo Bonetti, Pablo Ibáñez y Karim Araujo). Siendo esto parte de su aporte al crecimiento de la ventriloquía nacional argentina, pero esto no fue todo lo que Lembo daría a este arte, ya que también se dedicó a poner en palabras su técnica lingual (para hablar con la boca cerrada), y escribió un manual llamado “Ventriloquia y humorismo: técnicas para el arte de hacer reír”.
En el año 2017, Miguel Lembo traspasó la presidencia del “CIVEAR” a Daniel Caruso, un artista plástico, animador y artesano. A Daniel Caruso su primera beca de dibujo se la dieron a los cinco de edad, sus primeras esculturas las hizo de caras de tierra colorada y como su primer éxito laboral, se tiene que fue en el ámbito de la gastronomía, logrando con sus originales diseños de buffet froid comentarios extraordinarios; en el salón de fiestas del “Club Lanús”.
Durante la crisis del año 2001, Caruso trabajaba en una heladería, pero su gran hobby siempre fue la animación infantil.
Lo importante de la filosofía de “Chasman” y “Chirolita”, era no entrar en terrenos divisorios, por lo que no se permitía hablar de política, dinero, religión ni fútbol, a esta tradición se pegó Miguel Lembo (en su carrera personal), pero también lo incluyó en el CIVEAR donde la competencia tampoco se fomenta. De igual manera, en el Círculo se reúnen diferencias y todas se respetan, algunas por ejemplo pueden ser: ciertos ventrílocuos tienen al muñeco como una herramienta de trabajo; mientras que hay otros que hacen serios vínculos muy personales con su muñeco, un ejemplo es “Charlie” con su muñeca “Rosita”, que es una impresionante muñeca que el actor mandó a fabricar a su gusto.