Por Isabel Villagar, Profesora de Canto on line
Es una frase bíblica muy fácilmente aplicable a la trayectoria de un cantante.
Se la escuché por primera vez a una profesora, y lo solía decir muy a menudo. Se trataba de la genial cantante catalana Enriqueta Tarrés, una gran profesional llena de sabiduría.
Qué implica esta frase? Que el trabajo de un cantante no cesa nunca, siempre hay un margen de mejora, nuevos proyectos que hacer, diferentes canciones que aprender, nuevos retos que afrontar, etcétera...
A lo largo de mi experiencia me he dado cuenta que son aquellos que más insisten los que al final acaban dedicándose a este mundo maravilloso del canto, pero a su vez, tan lleno de piedras en el camino.
Son aquellos cantantes "resilentes", es decir, capaces de sobreponerse a las dificultades los que alcanzan su sueño.
Son aquellos cantantes "resilentes", es decir, capaces de sobreponerse a las dificultades los que alcanzan su sueño.
Hay mucha gente que piensa que sólo por tener un bonito timbre de voz, facilidad previa, va a conseguir culminar una carrera musical, cuando la realidad es que muchos de ellos ante la más mínima dificultad abandonan.
Es importante tener unas buenas condiciones, pero más importante es tener una "mente bien amueblada" y un enfoque claro acerca de lo que realmente se desea en la vida.
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