¿Cuál es la primera experiencia que recuerdas con la música?
Si hablamos de la primera, tendría que ser yo vuelto loco delate del gramófono cantando y bailando Xuxa las 24 horas del día (volviendo loca a mi familia).
¿En que momento decidiste que querías ser cantante?
No recuerdo una edad concreta para querer ser artista, sería demasiado pequeño. Soy amante del teatro musical desde muy pequeño pero mi interés más fuerte por el canto podría atribuirlo a cuando se emitía la serie de televisión Glee. Tendría unos 19 años.
¿Qué personalidad musical crees que te influyó más en tus comienzos?
Cuando comencé a cantar aspiraba a hacerlo igual de bien que artistas como Aaron Tveit o Jeremy Jordan, entre otras grandes voces del teatro musical. Hoy día sigo aspirando a cantar como lo hacen ellos.
¿Cuáles son tus cantantes o músicos favoritos?
Saliendo un poco del terreno del teatro musical, toda mi adolescencia y juventud he sido un fan incondicional de The Corrs. Su música me llegó mucho en una época en la que todas las emociones están a flor de piel y uno está intentando encontrarse a sí mismo. Aún hoy sigo considerándolo el grupo que más me ha hecho sentir y más me ha marcado.
¿En qué repertorio te sientes más a gusto en la actualidad?
Sin duda cantando teatro musical. Es cierto que dentro del teatro musical el repertorio es muy vasto y no podría estar cómodo en todos los estilos. Dentro del teatro musical, el género más moderno es el que más canto y con el que más me identifico.
Cuéntanos, por favor, alguna experiencia o anécdota que te venga a la memoria que tenga que ver con tu voz o tu experiencia profesional.
Os puedo hablar del día en que mi cabeza me traicionó y mi adrenalina hizo lo que pudo. Estábamos haciendo una obra musical en Microteatro de Madrid y casi toda la función era cantada. Llegó una de las canciones y me quedé en blanco total. Aquello debería haberse grabado.
Verme con el público a escasos centímetros y yo inventando letra sin sentido como un caradura tratando de contar aquello que yo sabía que la canción decía pero con las palabras más inadecuadas y que menos respetaban la métrica fue muy muy gracioso y vergonzoso. Querría decir que el público no se dio cuenta, pero mentiría.
¿Qué opinas de la situación actual de los músicos y los cantantes?
Lo único que podría humildemente aportar es que son profesiones difíciles, que requieren de una formación extensa y una sensibilidad especial.
Es un camino duro y es difícil trabajar. El desgaste físico y mental de ejercer la profesión es también grande. Por este motivo considero que en ciertas ocasiones no se les otorgan, a estas profesiones, el valor y respeto que merecen.
¿Qué crees que debería cambiar?
Reiterando la respuesta anterior, sobre todo la forma en que se valora al artista, en que se respeta su trabajo y las necesidades derivadas del mismo. Como cualquier otra profesión, merecen que se reconozca la importancia y el valor de aquello que aportan.
¿Qué consejo o recomendaciones darías a los que empiezan ahora a cantar?
Solamente les diría que sean pacientes consigo mismos, que se enamoren del proceso, de la evolución y de su instrumento. Que sepan que es una carrera de fondo en la que nunca se deja de aprender. Es posible convertirse en un gran cantante sin tener capacidades innatas, pero requiere de trabajo y constancia.
Como a mí siempre me han dicho, si quieres un cuerpo musculoso vas al gimnasio y lo trabajas, de forma constante y como hábito. Nuestro instrumento es un músculo más, uno que debemos entrenar y del que debemos aprender mucho. Ah, y no nos debemos olvidar de disfrutar al cantar!
¿Quieres añadir algo más sobre tu relación con la música?
Diría que yo soy el primero que sigue aprendiendo de la música día a día, que me queda mucho por conocer y disfrutar. La música tiene unas propiedades casi mágicas y poder formar parte de ello es una suerte y una responsabilidad. Espero poder seguir haciéndolo muchos años más.
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