Comentamos hoy un disco icónico donde los haya, que fue desgranado en su proceso compositivo en el documental Tiempo de Leyenda, que con el juego de palabras, invierte el nombre de la obra musical: La Leyenda del Tiempo.
Hemos escrito en el título Camarón, y no "Camarón de la Isla", como es más conocido, en referencia al istmo de San Fernando, en la provincia de Cádiz, porque en aquella época, 1979, quería darle un giro estético a su carrera, por iniciativa de su manager, Ricardo Pachón, el cual quería (y lo logró) convertirlo en una especie de nuevo rock star pero del flamenco.
Hay que entender este disco en el contexto social de la España del inicio de la Democracia, en el que había un ansia de libertad, de exploración y de auto-expresión, durante tantos años reprimida.
Para ello cambió radicalmente su look y apareció con barba, sin el apodo "de la Isla" y en mono rojo.
Para ello se sirvió de la fusión estética e incorporó innovaciones tímbricas y armónicas, especialmente.
Instrumentos que no eran tan usuales en el flamenco como los teclados eléctricos (incluido un moog), el bajo eléctrico o la batería (aunque había habido incursiones ya nueve años antes con el grupo de rock psicodélico sevillano Smash, pero no habían llamado tanto la atención mediática).
Cuando el disco se puso a la venta tuvo muy malas críticas en un primer momento y muchos gitanos pidieron que se les devolviera el dinero porque no era un disco acorde a la trayectoria de Camarón, más purista, podríamos decir.
Él mismo en una entrevista televisiva dijo que "el que no le gustara es porque tiene que escucharlo más veces".
Una grabación especial
Se grabó en el estudio principal (sinfónico) de Polygram-Universal, sin prisas, durante dos meses y 24 pistas, cuando lo habitual en los discos de flamenco era cuatro días y la sala pequeña y dos pistas.
Con la nana, en la que interviene el sitar indio, que el técnico de grabación sólo había escuchado a través de discos de The Beatles y nunca había recogido su sonido en directo, se produjo un error de grabación y pidió al cantaor volver a hacerlo, volver a grabarla. A lo cual Camarón contestó: "esto ya está cantao".
Y así quedó, con ciertas deficiencias acústicas pero siendo una de las canciones preferidas del cantaor, como confesó a un gran amigo cantante.
De hecho el disco lo contaba como "he grabado 18 discos y La Leyenda del Tiempo". Ni él mismo quería calificarlo dentro de la categoría habitual de su discografía, era para él una especie de experimento, de innovación sonora de la que finalmente se sintió orgulloso.
Tomatito dice en un momento del documental que hay personas que van cambiando la manera de hacer música poco a poco, el caso de Camarón fue como un impulso veinte años hacia adelante respecto del tiempo en que se hizo. Ahora se entiende mejor este tipo de música, este mestizaje sonoro y esta diversidad y mescolanza estilística.
Una pléyade multiforme de músicos de distintas procedencias y estilos (rock, étnica, jazz...) hizo sobre la base previa de voz con Tomatito a la guitarra flamenca y Raimundo Amador a la guitarra con influencias de blues, su aportación, fueron:
Jorge Pardo: flauta
Manolo Marinelli, del grupo Alameda: teclados
Rafael Marinelli, del grupo Alameda: piano
Pepe Roca, del grupo Alameda: guitarra eléctrica
Gualberto Garcia: sitar
Rubem Dantas: percusiones
Tito Duarte: percusiones
José Antonio Galicia: percusiones
Manolo Soler: Palmas y baile
Antonio Moreno "Tacita": palmero
Pepe Ébano: bongó
Manolo Rosa, del grupo Alameda: Bajo
Edición de super lujo
para grandes coleccionistas:
