Por: Redacción
Celia Cruz fue una estrella que brillará por siempre con su “azúcar”
En el firmamento musical son muchas las grandes estrellas que han brillado y algunas otras que a pesar de haberse ido físicamente, siguen presentes en la memoria del colectivo y en sus corazones; Doña Celia Cruz es una de esas grandes estrellas desaparecidas por haber fallecido, pero que sigue presente en la palestra musical actual. Con su pegajosa frase “azúcar” tan característica de esta cubana llena de dulzura, es como muchos recuerdan a la exquisita voz de Celia Cruz, esta cantante fue una de las máximas exponentes de su género en su época, además de una de las artistas más influyentes, de la música de su país.
Celia Cruz se convirtió en una de las cantantes cubanas de música tropical más populares dentro y fuera de la isla de Cuba. A Celia la apodaron muy acertadamente “La Reina de la Salsa” y “La Guarachera de Cuba”, además es ampliamente considerada como una de las artistas latinas más populares e importantes, del siglo XX y un icono dentro de la música latina.
A través de su trayectoria como cantante solista, Celia Cruz interpretó y además popularizó internacionalmente distintos ritmos tropicales, tales como: el son, son montuno, guaguancó, rumba, guaracha y bolero. No obstante, con el género que subió al estrellato fue con la salsa, un género musical muy influenciado por otros estilos de diferentes partes del mundo.
Así nació la cantante Celia Cruz
Como Úrsula Hilaria Celia de la Caridad de la Santísima Trinidad Cruz Alfonso, nació esta extraordinaria cantante en La Habana Isla de Cuba un 21 de octubre de 1925 y falleció en Fort Lee, Nueva Jersey-Estados Unidos, el 16 de julio del año 2003, el barrio donde nació Celia se llama Santos Suárez en La Habana, su padre Simón Cruz era un fogonero de ferrocarril y su madre Catalina Alfonso Ramos era ama de casa. Celia durante su infancia compartió con sus tres hermanos: Dolores, Gladys y Bárbaro y numerosos primos, dentro los quehaceres que diariamente desempeñaba estaba arrullar con canciones de cuna a los niños más pequeños.
Fue así como empezó a cantar la joven Celia, ella solía observar los bailes y a las orquestas a través de las ventanas de los cafés donde se presentaban algunos cantantes, y como una vez lo expresó no veía la hora de saltar al interior y tomar el micrófono. Pero sólo contaba con la aprobación de su madre por esa afición, ya que su padre quería que Celia fuese maestra de escuela y por esto la jovencita para intentar satisfacer a su padre estudió en el magisterio, cuando estaba a punto de terminar la carrera sin pensarlo mucho la abandonó e ingresó en el Conservatorio Nacional de Música.
Celia frecuentaba las corralas habaneras donde de vez en cuando bailaba y además participaba en programas radiofónicos para aficionados, como por ejemplo “La hora del té” y “La corte suprema del arte”, donde se otorgaban premios a los primeros lugares; en ciertas ocasiones recibían un pastel o una cadena de plata, pero un una ocasión Celia recibió por su interpretación del tango “Nostalgia” el pago de 15 dólares. Un poco más tarde, Celia logró cantar en las orquestas “Gloria Matancera” y la “Sonora Caracas”.
Inicios de la brillante carrera musical de Celia Cruz
Corría el año de 1948 cuando Roderico Rodney Neyra funda el grupo de bailarinas y cantantes “Las Mulatas de Fuego”, aquí Celia Cruz es contratada como cantante logrando un gran éxito y además realizando presentaciones en México y Venezuela. Con “Las Mulatas de Fuego” llegó a grabar algunas canciones y compartió escena con Xiomara Alfaro y Elena Burke. Algún tiempo después, comenzó a cantar en programas musicales radiales en “Radio Cadena Suaritos”, aquí estaba acompañada por una agrupación que interpretaba coros yorubas y ritmos de batá y grabó un tema junto al cantante Obdulio Morales.
Los temas que grabó con esa agrupación se incorporaron más tarde, en una de las primeras recopilaciones de su trabajo en formato de un disco de larga duración (LP). En el año 1950 Celia conoce al empresario Rafael Sotolongo, quien la estaba buscando para que cantara con la “Sonora Matancera” que para ese momento era la agrupación musical más popular y exitosa de Cuba, motivado a que la vocalista principal de la orquesta, la cantante puertorriqueña Myrta Silva había renunciado para regresar a Puerto Rico, dejando disponible la vacante para una voz femenina.
Cuando su ingreso fue aprobado por el director de la agrupación “La Sonora Matancera” Rogelio Martínez y al enterarse de esta entrevista los directivos de la radio donde trabajaba, Celia fue despedida arbitraria e inmediatamente. Celia Cruz debutó con la “Sonora Matancera el 3 de agosto de 1950 y así a lo largo de los años 50’s, Celia Cruz al lado de La Sonora Matancera lograron brillar y estar en la cima del éxito en la época de la Cuba de los cantantes dorados: Pío Leyva, Tito Gómez y Barbarito Díez; sin dejar de lado al irrepetible e irremplazable Benny Moré.
Así como hay que mencionar al dúo Los Compadres con el popular “Compay Primo” (Lorenzo Hierrezuelo) y “Compay Segundo”. No se pueden omitir en la Cuba de ese tiempo a: Chico O’Farril y su particular “Sun sun babae” y a “La conga” de los fabulosos Havana Cuban Boys, Miguel Matamoros y su “Mamá, yo quiero saber de dónde son los cantantes”, y al gran Miguelito Valdés con su inolvidable “Babalú” y Celia Cruz para también ser incluida con su aportación “Cao Cao Maní Picao”, que se convirtió rápidamente en todo un gran éxito así como su otro tema “Burundanga”, que la llevó a Nueva York en abril de 1957, para recoger su primer disco de oro.
Celia Cruz después de la Sonora Matancera
El 14 de julio de 1962, Celia Cruz y Pedro Knight (quien fue el primer trompetista de la Sonora Matancera), se casaron y a partir de 1965 que fue un año muy difícil para la Sonora Matancera; pues ya se habían retirado definitivamente, los cantantes estelares: Celio González, Celia Cruz y el trompetista Pedro Knight, quien a partir de 1965 se convirtió en el representante artístico de Celia Cruz. Celia inició su carrera como cantante solista con el apoyo del percusionista Tito Puente, con él grabó ocho álbumes.
Celia Cruz fue descubierta por un grupo de jóvenes hispanos habitantes de Nueva York en el año 1973, en el popular “Carnegie Hall”, cuando integraba el elenco de la “salsópera” “Hommy” pieza musical creación del músico y arreglista musical Larry Harlow. En 1965 Celia ya como solista lanza al mercado su primer álbum, “Canciones que yo quería haber grabado primero”. En el año 1966 la cantante cubana es contactada por Tito Puente, para que actuara como cantante de su orquesta, ambos músicos iniciaron así una fructífera sociedad en la que grabaron seis álbumes musicales: “Cuba y Puerto Rico son” en el año 1966, “Quimbo Quimbumbia” en el año 1969, “Etc., Etc., Etc” en 1970, “Alma con alma” año 1971, “En España” en el año 1971 y “Algo especial para recordar” en 1972.
Celia también grabó álbumes con la “Orquesta de Memo Salamanca”, “Juan Bruno Tarraza” y “Lino Frías” estando bajo el sello discográfico “TICO Records” y de esta época se desglosa uno de sus grandes éxitos: “Bemba colorá”. Como algo casual eventualmente Celia se unió a “Vaya Records”, pero un cambio musical la regresó a su género habitual la salsa con lo que en el año 1973 hace una alianza con el pianista y artista exclusivo del sello disquero “FANIA”; Larry Harlow y así capitaneó un concierto de música afrocubana en el Carnegie Hall de Nueva York. Fue ahí donde Celia interpretó por primera vez y magistralmente la canción “Gracia divina”, que fue a la vez la primera canción del género de la salsa que la cantante interpretara y con lo que abrió la puerta a un nuevo ritmo musical.
La salsa de Celia Cruz, la Fania All-Stars y los años sucesivos hasta la década de los 80’s
Del concierto en el Carnegie Hall resultó un fabuloso álbum que fue producido por Jerry Masucci, quien está considerado uno de los pioneros del género salsa al lado del músico dominicano Johnny Pacheco. Al poco tiempo Celia fue invitada a participar en un legendario concierto grabado en vivo en el Yankee Stadium, acompañada de los músicos de la Fania All-Stars, que es un conjunto integrado por músicos líderes de grupos latinos; que grababan para el sello Fania.
En el año 1982 Celia tiene un reencuentro con la “Sonora Matancera” y graba el álbum “Feliz encuentro”, en ese mismo año la cantante recibe su primer homenaje en su carrera mismo que se realizó en el “Madison Square Garden” de Nueva York. En 1985 Celia participa en el tema musical “Cantaré, cantarás”, al lado de las más destacadas figuras de la música latina del momento, para el año 1987 se presenta en Santa Cruz de Tenerife (España), donde el concierto fue reconocido por la editora del “Libro Guinness de los récords”, como el show más grande realizado al aire libre con entrada gratuita, ya que este concierto logró congregar a 250.000 personas.
