Por: Isabel Villagar, profesora online de canto
Cuando se canta se deben controlar de manera simultánea los diferentes parámetros del sonido:
- La altura, tono o afinación de las notas que se cantan
- La intensidad o lo fuerte o suave que se emiten los sonidos
- El timbre o el color de la voz
- La duración de las notas o frases en una espiración.
Hoy vamos a hablar de la altura, tono o afinación de las notas porque es un aspecto fundamental a la hora de cantar.
Este parámetro del sonido está controlado íntegramente por la laringe y las cuerdas vocales y todo lo que se refiere a la producción del sonido, como fuente primaria se conoce en términos de técnica vocal como emisión.
La altura, frecuencia, tono o afinación de las notas hace referencia a que las notas pueden ser más agudas o más graves. Las frecuencias bajas se corresponden con notas graves y las frecuencias altas se corresponden con las agudas.
Para poder trabajar la afinación es preciso que el cantante tenga establecida la referencia interna, es decir, sea capaz de imaginar un sonido y las relaciones con otros o lo que también se conoce como oído interno o audiación. Sin esa referencia interna con la que poder comparar el sonido que se produce con la voz es difícil poder controla la afinación.
Las personas que han recibido estímulos sonoros suficientes, de manera frecuente y variados en su primera infancia adquieren ese sentido de la afinación que conforme se siga trabajando y estimulando se irá perfeccionando. Es por eso que no debemos decir que un niño pequeño es afinado o desafinado, porque hasta los 11 años existe una ventana de aprendizaje neuronal en el que pueden incrementarse sus aptitudes musicales.
Según mi experiencia, personas adultas que trabajan de manera adecuada también mejoran su afinación con la práctica por el hecho de incrementar sus experiencias musicales. Es decir, mejorar la percepción aduditiva del sonido mejora el sentido de la afinación.
El otro factor que influye en la capacidad de afinar las notas de toda la extensión vocal es la biomecánica de la voz. Es decir, cuando una persona comprende cómo funciona la voz en base a los principios fisiológicos (postura, respiración, emisión, resonancia y articulación) y mejora, a través del entrenamiento su coordinación vocal se produce una mejora en la afinación.
Especialmente cuando las personas entienden los movimientos de la laringe que permiten producir notas graves y/o agudas sin esfuerzo.
Pero, qué podemos hacer, a parte de asistir a clases de canto para mejorar la afinación?
1. Grabarse. Hoy en día tenemos al alcance de un clic, de las notas de voz del movil o de una grabadora la posibilidad de grabar ensayos, clases, actuaciones que permiten observar con objetividad y precisión cuando se ha producido una nota desafinada. Es algo que aconsejo siempre.
2. Recurrir a aplicaciones que permitan la práctica progresiva del entrenamiento auditivo como puede ser: CHET.
Esta aplicación permite realizar diversas actividades secuenciadas de discriminación auditiva mediante la repetición de diferentes notas, escalas, intervalos, melodías, etc.:
- Juegos para determinar si la segunda nota que se produce es más aguda o más grave.
- Juegos para practicar las notas de una secuencia dada
- Juegos para practicar los diferentes tipos de intervalos
- Juegos para practicar los diferentes tipos de arpegios
- Juegos para practicar los diferentes tipos de acordes
- Juegos para practicar los diferentes tipos de intervalos atonales