Qué sería de un cantante sin otros músicos?
En este capítulo me gustaría contaros mis vivencias con algunos de los pianistas que han aportado mucha alegría a mi vida.
Empezaré por no citar a aquellos que se tomaron su trabajo como si de un oficinista se tratara, es decir, los conocidos “bajateclas funcionariales”. :)
No los menciono porque cambiar el tempo acordado en los ensayos en una audición es tan poco profesional como decirte en un cursillo “y todas las que cantas son rápidas?” porque sólo quería acompañar obras lentas, teniendo las partituras un mes antes. Incluso otro se equivocaba en un examen, “casualmente” ;) en la nota clave que te da la entrada.
No los menciono porque cambiar el tempo acordado en los ensayos en una audición es tan poco profesional como decirte en un cursillo “y todas las que cantas son rápidas?” porque sólo quería acompañar obras lentas, teniendo las partituras un mes antes. Incluso otro se equivocaba en un examen, “casualmente” ;) en la nota clave que te da la entrada.
No se puede ser más amateur trabajando en un centro oficial o en cursillos en los que has pagado una matrícula bastante cuantiosa, por eso en mi currículum no cito a esta fauna y flora, que haberla hayla y abundante! :)
Siempre les doy el consejo a mis alumnos/as de que con los pianistas acompañantes hay que llevarse muy bien, porque si se lo proponen te pueden hundir en la más mísera miseria en los conciertos :) Por suerte estos pianistas hacen pocos :)
Me gustaría citar al inglés Alan Branch, uno de los mejores repertoristas que he conocido. En sus intensas clases no dejaba pasar ni un fallo. Eso sí, tenía la suficiente delicadeza y educación para reconocer los avances y progresos.
Manel Ruíz es otro ejemplo de profesionalidad y buen hacer. Siempre con una sonrisa y siempre dispuesto a ayudar. Me hizo sentir en el escenario como si todo fuera fácil, sencillo y fluido. Es más, recuerdo que en una canción tuve un lapsus y me salté una estrofa y me cazó al vuelo y nadie se enteró.
El argentino Manuel Burgueras es otro “peso pesado” del acompañamiento a cantantes, siempre con su estuche, nunca le falta un lápiz o una goma o un post-it. Atesoro grandes consejos que me dio y me ayudaron a cantar mejor y la experiencia de compartir escenario con él por una buena causa.
Santiago Casero, un gran apoyo personal y musical en mi etapa de estudiante, me acompañó en las oposiciones que aprobé en Andalucía a profesora de canto, en los conciertos como becada del Instituto Valenciano de la Música y en otros muchos conciertos y proyectos, como en “La corchea viajera”
Wolfgang Rieger es un pianista alemán de prestigio internacional especializado en el acompañamiento del lied.
Decir de él que tiene una gran sensibilidad dinámica, de fraseo y que cuando te acompaña te transporta a otro mundo.
Decir de él que tiene una gran sensibilidad dinámica, de fraseo y que cuando te acompaña te transporta a otro mundo.
Miguel Zanetti, un maestro de maestros, siempre con su sentido del humor. Tenía una buena palabra y se “mojaba” con el repertorio, es decir, te hacía recomendaciones pertinentes y adecuadas para tu voz, esto no lo sabe hacer todo el mundo!
Aparte, con las obras de los compositores españoles, te decía exactamente como los propios autores querían que fueran interpretadas, caso por ejemplo de Rodrigo, Toldará o Mompou.
Aparte, con las obras de los compositores españoles, te decía exactamente como los propios autores querían que fueran interpretadas, caso por ejemplo de Rodrigo, Toldará o Mompou.
Agustín Manuel Martínez, respira con los cantantes, te escucha al milímetro de segundo y tiene el mejor oído en armónico, melódico, rítmico y en cuanto a dinámica que conozco.
No en vano ha sido el único capaz en cien años de transcribir grabaciones de Albéniz y Granados que estaban realizando “el sueño de los justos” hasta que el las despertó pasándolas a papel con su gran oído.
No en vano ha sido el único capaz en cien años de transcribir grabaciones de Albéniz y Granados que estaban realizando “el sueño de los justos” hasta que el las despertó pasándolas a papel con su gran oído.
No conozco a nadie que transporte con su facilidad e interprete tantos estilos musicales con tanta solvencia, desde el jazz, el pop, el flamenco hasta el barroco o el más puro virtuosismo romántico.
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