Por: Redacción
La música es para algunos una panacea cuyos beneficios son cada vez más palpables a medida que se comprueban mediante estudios científicos.
De hecho, la música puede ser muy beneficiosa en el tratamiento de pacientes con problemas de movilidad, dificultades del habla o quienes sufren estrés y ansiedad.
Separar la influencia de la música de los seres humanos sería casi imposible, pues ha estado siempre ahí, presente en ritmos, cantares y canciones que han acompañado a la humanidad a lo largo del tiempo.
Desde relatos de la mitología griega donde Apolo era el divino representante de la música, hasta los juglares y trovadores que la utilizaban para preservar la historia y llevar conocimiento a los lugares más recónditos; la música siempre ha sido vínculo de unión, tema de celebración y utilizada en una variedad de situaciones del diario vivir.
La música y la musicoterapia
Es un hecho que la música une la diversidad y ayuda. Esta ayuda nace de la musicoterapia, disciplina terapéutica que usa la música y sus elementos integrales como la armonía, melodía y el ritmo para trabajar aspectos cognitivos, sociales y funcionales de la salud de las personas.
La musicoterapia puede aplicarse en todo ciclo vital, desde mujeres embarazadas, como complemento a la preparación del parto, hasta los últimos momentos de vida de los seres humanos, en enfermedades avanzadas o cuidados paliativos.
La música ayuda al daño neurológico
Este modelo de terapia que incluye a la música puede tener una aplicación más enfocada al ámbito de la movilidad y el ámbito psicológico.
Por ejemplo, es un gran complemento para la recuperación de personas que padecen enfermedades neurológicas, que han perdido la movilidad de un lado del cuerpo y una alteración del lenguaje. Incluso si lo que se ha pedido es la fuerza, puede recuperarse gradualmente gracias a ejercicios rítmicos.
Es útil también en pacientes que han tenido una alteración del equilibrio, utilizando técnicas de musicoterapia basadas en la danza o el baile; al igual que sucede con pacientes con daño cerebral adquirido, o esclerosis múltiple.
Recordar a través de la música
La aplicación de la música dentro de la geriatría es una de las formas más extendidas. Dentro de sus usos están aplicarla a personas que sufren demencia o alzhéimer, pues activa muchas áreas del cerebro a la vez activando el hipocampo y la reminiscencia, áreas donde se almacena la memoria emocional.
A través de canciones que formen parte de la vida de una persona podemos activar el lenguaje y la memoria episódica.
Un ejemplo audiovisual reciente puede apreciarse en la película animada Coco, en la que en la escena final se ve como una ancianísima abuelita, que ha perdido la capacidad de habla, consigue recordar a su padre gracias a que su nieto le canta “Recuérdame”, una de las canciones más importantes de su vida.
Existen personas con demencia que no pueden hablar porque su patología no les deja, pero pueden cantar una canción entera. Esto es lo que trabaja la musicoterapia.
Pero, la aplicación de estas técnicas también puede darse en el ámbito psicológico. Lo importante es no confundir estas terapias con el solo hecho de escuchar música. Algo muy diferente es escuchar cualquier plataforma de música y otra distinta es pasar por un proceso pautado por un profesional de la disciplina.
Analgésicos naturales para tener bienestar
En el caso de sus usos más psicológicos, la musicoterapia no es solo beneficiosa en pacientes que sufren de estrés y ansiedad, sino que también puede aplicarse en casos de desarrollo personal, ya que esta puede favorecer el estado de relajación.
Cantar genera serotonina y endorfinas, analgésicos naturales que son las hormonas del bienestar a nivel fisiológico y tras un proceso traumático, la música aplicada de manera científica puede disminuir los niveles de cortisol –la hormona del estrés– en sangre.
Hay muchos estudios científicos que han demostrado que la musicoterapia es efectiva para disminuir el nivel de estrés y ansiedad, así como ser ayuda en casos como los ya mencionados: demencias, pérdida de capacidades psicomotrices o daños neurológicos.
Puede incluso aplicarse en los cuidados paliativos. Si se hace con un terapeuta, que sepa utilizar todos los parámetros musicales y psicológicos, la musicoterapia nos ayudará a conseguir bienestar si padecemos ansiedad o estrés o a recuperarnos con mayor facilidad si hemos sufrido un daño neurológico.
(Continuación).
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