Por: Redacción
La música y su rol en nuestra salud física y mental
La música ha estado a nuestro lado incluso desde que estábamos en el vientre materno.
Muchos son los estudios que reconocen a los sonidos y la música como una de las mejores formas para comunicarse. El feto es capaz de reconocer sonidos que provienen del exterior a partir de la semana 16, pero no es hasta la veinteava semana cuando empieza a relacionarlos y en la semana 25 a diferenciarlos.
La voz de su madre cantándole una canción de cuna o solo hablándole es un método de comunicación que va estrechando el vínculo madre hijo.
A medida que vamos creciendo, la música continúa a nuestro lado durante las distintas etapas de la vida, mediante sonidos y canciones que van formando parte de nuestra cotidianeidad al usarlos como elemento de ocio, relajarnos o compartir momentos especiales con alguien.
Conozcamos a fondo los beneficios de la música
A través de escuchar música es posible generar estímulos cerebrales para mejorar nuestro estado de ánimo y salud, las relaciones con otras personas y la manera en que afrontamos las situaciones de la vida diaria.
Con solo bailar al ritmo de una melodía, cantar o escuchar una canción, la música influye de manera beneficiosa en aspectos físicos, relacionados con el fortalecimiento de los músculos, la motricidad y mejorando por igual la agilidad, resistencia, ritmo respiratorio y la frecuencia cardíaca.
En lo emocional y cognitivo, escuchar música ayuda con la expresión de sentimientos y el control de la ansiedad y depresión. Además, permite mayor sociabilidad, estimula la capacidad de atención, el aprendizaje y la creatividad. También se encarga de generar ambientes de tranquilidad, relajación e incluso meditación.
La importancia de la música en el campo medicinal
La musicoterapia se convirtió en una de las herramientas destinadas a tratar casos mediante la utilización de la voz, el sonido, la música y los instrumentos musicales, en múltiples campos de la medicina y con pacientes de diversas edades.
¿Qué es la musicoterapia?
En su definición más actualizada, la Federación Española de Asociaciones de Musicoterapia define la técnica como “El uso profesional de la música y sus elementos como una intervención en entornos médicos, educacionales y cotidianos con individuos, grupos, familias o comunidades que buscan optimizar su calidad de vida y mejorar su salud y bienestar físico, social, comunicativo, emocional, intelectual y espiritual”.
Este método busca utilizar las respuestas y conexiones de pacientes con la música para estimular cambios positivos. Entre ellos:
Mejorar habilidades de coordinación, comprensión, aprendizaje y memoria.
Fomentar la creatividad.
Indagar en las emociones, recuerdos y experiencias.
Mejorar el estado de ánimo y calmar la ansiedad.
Es por los múltiples beneficios listados arriba, que recomendamos brindarse un espacio para aprender a apreciar la música, disfrutarla, sentir y vivirla, porque una canción puede cambiarnos el ánimo, relajarnos y hasta evocar recuerdos maravillosos.
Beneficios comprobados de la musicoterapia
Robert Finkelstein es un médico neurocientífico que codirige la iniciativa de música y salud en los Institutos Nacionales de Salud de los Estados Unidos.
De sus investigaciones, Finkelstein afirma que “escuchar o crear música afecta la manera de pensar, sentir, moverse y mucho más”
Son las tecnologías modernas las que ayudan a los investigadores a aprender más sobre el funcionamiento del cerebro, qué partes del cerebro responden a la música y cómo la música puede ayudar a aliviar los síntomas de determinadas enfermedades y afecciones.
Los científicos financiados por los Institutos Nacionales de Salud (NIH por sus siglas en inglés) investigan si la música puede ayudar a los pacientes con trastornos motores, como la enfermedad de Parkinson.
Los pacientes con esta afección pierden lentamente su capacidad de caminar y moverse con el paso del tiempo.
“Los estudios han demostrado que cuando la música tiene un determinado ritmo puede ayudar a las personas con la enfermedad de Parkinson a caminar”, comentó Finkelstein. En otro estudio también se analizó cómo el baile se compara con otros tipos de ejercicio en personas con la enfermedad de Parkinson.
Por otra parte, hay evidencia de que la música puede ser útil para personas con otras afecciones, como la enfermedad de Alzheimer, la demencia, las lesiones cerebrales traumáticas, derrames cerebrales, la afasia, el autismo y la pérdida de audición.
El cerebro y la música
El cerebro es un centro de procesamiento complejo. Es el centro de control del sistema nervioso, una red de células nerviosas que transmite mensajes hacia y desde el cuerpo y el cerebro.
Un cerebro saludable intenta darle sentido al mundo que le rodea y a la información constante que recibe, incluidos el sonido y la música.
La doctora Nina Kraus, es una neurocientífica de la Universidad de Northwestern, que también ha dedicado buenos años de su vida al estudio del cerebro y opina que “el sonido es una fuerza importante y profunda en la vida de los seres humanos”.
Mientras más ejercitamos nuestro procesamiento de sonido en el cerebro, mejor funcionará este órgano para dar sentido al sonido y al mundo que nos rodea. La música logra esto más que cualquier otro sonido.
La música y otros sonidos entran al oído como ondas sonoras. Estas crean vibraciones en nuestro tímpano que se transforman en señales eléctricas. Las señales eléctricas viajan por el nervio auditivo hasta la corteza auditiva del cerebro. Esta área del cerebro interpreta el sonido como algo que reconocemos y entendemos.
Pero la música afecta otras áreas del cerebro aparte de las que procesan el sonido.
Mediante el uso de técnicas que toman imágenes del cerebro, como la resonancia magnética funcional, científicos han descubierto que la música afecta otras áreas del cerebro.
Cuando la música estimula el cerebro, aparecen en las imágenes del cerebro destellos de luz brillante. Los estudios demostraron que la música “ilumina” las áreas del cerebro involucradas en la emoción, la memoria e incluso el movimiento físico.
La música y el fortalecimiento de la mente
Tocar un instrumento musical involucra muchas partes del cerebro a la vez. Esto puede beneficiar en particular a niños y adolescentes, cuyos cerebros están aún en desarrollo.
La introducción de la música a los niños pequeños puede influir de manera positiva en su capacidad de concentración, la forma de actuar y el desarrollo del lenguaje.
El equipo de investigación de la doctora Kraus en Northwestern estudió cómo la formación musical influye en el desarrollo del cerebro y descubrieron que la música tiene efectos positivos en las habilidades de aprendizaje de los niños, incluso cuando la formación comienza en la escuela secundaria.
Los adolescentes que formaron parte del estudio mostraron cambios biológicos en el cerebro después de dos años de participar en actividades constantes de creación musical en la escuela.
Según Kraus, estos cambios afectan la capacidad de aprendizaje y pueden ayudar a mejorar las habilidades de lectura y escritura.
Estos beneficios también pueden ser duraderos, pues una vez que le enseña al cerebro a responder al sonido de manera efectiva, seguirá haciéndolo aun cuando las lecciones de música hayan finalizado.
Un poco de música ayuda mucho, pero cuanta más música escuche, más fuerte se volverá el cerebro, aseveró la galena.
Por otro lado, el contacto permanente con la música también puede protegernos de la pérdida de audición a medida que envejecemos.
Es natural ir perdiendo la capacidad auditiva con el tiempo. En particular, se hace más difícil escuchar conversaciones en un entorno ruidoso. Pero investigadores han descubierto que los músicos distinguen mejor la voz de una persona en un ambiente ruidoso, en comparación con el resto de la población.
La música en los niños
En general, para los más pequeños, se recomiendan canciones de letras sencillas, canciones de animales que incluyan onomatopeyas o música clásica que tenga una estructura simple y sea de corta duración.
Para niños un poco más grandes, que deseen aprender a tocar algún instrumento, es importante buscar la asesoría de algún profesor o un especialista, ya que hay ciertos estilos musicales que son más recomendables que otros al momento de iniciar este aprendizaje.
Y si solo se trata de escuchar música, algunos estilos aportan más que otros, aunque siempre será importante respetar los gustos de cada uno, ya que la idea es que también se disfrute lo que se escucha y no se transforme en un sufrimiento, porque se podría generar un efecto nulo o contrario al buscado.
Algunos de los beneficios de la musicoterapia en los niños incluyen:
Ofrecer formas divertidas para expresar los sentimientos y pensamientos
Mejorar la concentración y coordinación
Aumentar la autoconciencia
Desarrollar la autoestima y resiliencia
Desarrollar habilidades lingüísticas y auditivas
Es recomendable empezar a edades tempranas
Luego de haber conocido sobre el efecto de la música en nuestro estado físico y mental, no queda más que recomendar a las futuras madres, iniciar con este proceso de exposición a la música desde que el bebé aun está en el vientre.
¿Cuál es la mejor música para el bebé cuando está en vientre?
El bebé cuenta, desde el vientre materno, con la capacidad de sentir emociones por lo que el tipo de música que escuche podrá relajarlo, activarlo, estimularlo o emocionarlo.
La música más recomendada para ponerle al bebé cuando está en el vientre materno, según la mayoría de los expertos, es la música clásica por su poder para estimular las neuronas y producir reacciones faciales más frecuentes.
Sin embargo, el bebé agradecerá cualquier tipo de música siempre y cuando a su mamá le guste y le haga sentir bien, sin algún tipo de estrés. Incluso con solo cantarle canciones infantiles hará que al nacer las reconozca y se sienta más querido.
Según el investigador inglés Michele Clements, la música que mejor funciona es la música barroca, debido a los sonidos armónicos y agudos, por lo que tanto Mozart como Vivaldi o Bach calman y relajan al bebé.
A estos beneficios se le conocen como el Efecto Mozart, que todavía están siendo objeto de investigación, pues se considera este efecto como un mito exagerado, sin validar.
Entre las melodías que se puede poner al bebé en el vientre para relajarle están Para Elisa, de Chopin; Claro de Luna, de Claude Debussy y todo tipo de baladas.
Música de bandas sonoras de películas como la de Gladiator o Máster and Commander, con versiones de La Boccherini e incluso hasta versiones instrumentales de Bohemian Rhapsody de Queen, pueden contribuir a la estimulación controlada del bebé.
Cuidado con los sonidos de alta intensidad
No son recomendables aquellas melodías demasiado ruidosas o que tengan notas discordantes ya que los sonidos de alta intensidad pueden generar malestar en el bebé.
Del mismo modo, no se debería someter a una hiperestimulación al bebé dentro del vientre ya que se podrían ocasionar trastornos de distinto tipo. Como todo en la vida, en el término medio está la virtud.
Beneficios de la música durante el embarazo
La comunicación entre la madre y el bebé comienza con los sonidos. El latido del corazón, la voz, el sonido de los intestinos de la madre será lo primero que el niño escuche y a ello se le unirá sonidos del exterior como las voces de los familiares, diversos sonidos del ambiente y la música.
Estos sonidos crean en el bebé recuerdos que una vez nacido reconoce. Es por ello por lo que cuando un bebé ha escuchado determinada melodía durante el embarazo luego le ayude a calmarse o sonría al escucharla.
Esto puede ser muy útil en momentos en los que no es posible el contacto entre madre e hijo ya que, al reconocer la melodía o el sonido, el bebé se sentirá acompañado y protegido y esto le ayudará a sentirse mejor.
Podemos concluir que algunos beneficios que produce la música en los bebés durante el embarazo son los siguientes:
Aumento moderado de la frecuencia cardíaca
Aumento de la actividad inmunitaria
Puede ayudar a diagnosticar problemas auditivos de forma prematura
Mayor producción de endorfinas
Mejora del desarrollo emocional y cognitivo
Tengamos en cuenta que los padres no solo disponemos de la música para estimular al bebé, ya que comunicarse con él a través de las palabras, de los cuentos, de los abrazos, pasear con él o hacerle caricias son también parte fundamental para el desarrollo del recién nacido, y todo esto comienza cuando aún está en el vientre materno.
Musicoterapia para adultos
Escuchar y hacer música por su cuenta puede ser beneficioso para la salud, pero algunas personas también pueden beneficiarse con la ayuda de un musicoterapeuta certificado.
Los musicoterapeutas saben cómo usar la música para satisfacer las necesidades mentales, sociales y físicas de las personas con diferentes afecciones.
La musicoterapia puede adoptar muchas formas que trascienden el hecho de escuchar música, afirmó la Dra. Sheri Robb, musicoterapeuta e investigadora de intervención conductual en la Universidad de Indiana, Estados Unidos.
Los musicoterapeutas pueden usar determinadas partes de la música, como el ritmo o la melodía, para ayudar a las personas a recuperar habilidades que han perdido por una lesión cerebral o discapacidad del desarrollo. Por ejemplo, una persona que sufrió un derrame cerebral puede decir palabras cantando, pero no puede hablar.
Los musicoterapeutas también se basan en las cualidades sociales de la música. Las experiencias musicales compartidas pueden ayudar a un miembro de la familia a conectarse con un ser querido que tiene demencia. La música también se puede usar para ayudar a los jóvenes con trastornos de conducta a aprender formas de controlar sus emociones.
La investigación de Robb se focalizó en desarrollar y probar intervenciones de musicoterapia en niños y adolescentes con cáncer y sus familias.
En un estudio, los musicoterapeutas ayudaron a los jóvenes sometidos a tratamientos contra el cáncer de alto riesgo a escribir letras de canciones y crear videos musicales sobre lo que era más importante para ellos.
Con la ayuda de musicoterapeutas, estos adolescentes pudieron identificar sus fortalezas y maneras positivas de sobrellevar la situación, permanecer conectados con familiares y amigos y mejorar la comunicación durante un momento difícil.
Integra la música en tu vida
La música puede ofrecer muchos beneficios para la salud, pero puede no ser útil para todos. Las lesiones traumáticas y las afecciones cerebrales pueden cambiar la forma en que una persona percibe y reacciona ante la música.
Algunas personas pueden considerar que algunos tipos de música son demasiado estimulantes. Otras pueden considerar que determinada música evoca recuerdos emotivos o traumáticos.
“Es importante que los proveedores de atención médica identifiquen y comprendan cuándo la música no es útil y puede ser perjudicial”, comentó Robb, y esta es un área donde los musicoterapeutas pueden ser útiles.
A medida que los científicos continúen aprendiendo más sobre la música y el cerebro, intente encontrar la melodía justa para ayudar a cuidar su salud.
Ya sea que esté buscando mejorar su estado de ánimo, mantenerse conectado con los demás o mejorar los síntomas de un problema de salud, agregue un poco de música a su vida.
Hay que pensar en la música de la misma forma que pensamos en vernos y alimentarnos bien. Para ver la mayor cantidad de beneficios de salud, intente incluir la música como un componente regular y constante de su vida. Nunca es demasiado tarde para agregar música a su vida.
Cómo la música ayuda con la ansiedad
Muchos estudios sugieren que la terapia musical puede reducir los sentimientos de ansiedad, incluso en personas con cáncer, aquellas que se someten a cirugía o personas que están en cuidado intensivo.
Algunos estudios también sugieren que la música puede reducir la presión sanguínea y el ritmo cardíaco, lo que puede tener un efecto reductor en el estrés que experimentan las personas.
También existe evidencia que sugiere que, las personas que se someten a la terapia musical experimentan menor ansiedad inmediatamente después de la sesión, lo que indica que la terapia musical podría ser una manera conveniente para reducir los síntomas.
La música afecta la cantidad de hormonas del estrés, como la adrenalina y el cortisol, que libera el cuerpo, y reducir estas hormonas puede ayudar a aliviar los síntomas de ansiedad.
Cómo ayuda con la depresión
Los estudios sugieren que la terapia musical puede mejorar los síntomas de la depresión, demostrando que las personas que se someten a la terapia musical junto con tratamientos estándar para la depresión, como una terapia de conversación, mejoran más que las personas que solo recibieron la terapia estándar.
Escuchar música también puede liberar dopamina, una hormona que hace que las personas se sientan bien, y endorfinas, que son hormonas que pueden inducir un buen estado de ánimo y aliviar el dolor.
Aunque la terapia musical no es una cura para la depresión, puede ofrecer beneficios a corto plazo al mejorar el estado de ánimo y estimular la expresión propia.
Una elección sabia: vivir con música
Atrévase a vivir su vida con un poco más de música cada día. Aquí les presentamos algunas formas de agregar más música a su vida:
Escuche música en su trayecto al trabajo o mientras hace ejercicios.
Toque un instrumento musical. Considere tomar lecciones o reunirse con amigos para hacer música.
Asista a conciertos, obras de teatro y otras actividades musicales comunitarias en su área.
Anime a sus hijos a escuchar música, cantar, tocar un instrumento o participar en programas de música en la escuela.
Considere trabajar con un musicoterapeuta certificado si busca mejorar la salud.
Aunque la musicoterapia no es una cura para ninguna afección de salud mental, puede ser una herramienta efectiva y agradable para reducir los síntomas de diferentes enfermedades, incluyendo la depresión y la ansiedad.
La musicoterapia ofrece a las personas una forma creativa y accesible de expresar sus sentimientos y procesar sus experiencias. Las personas han usado la música por sus poderosos efectos sobre el estado de ánimo y las emociones por mucho tiempo.
Además de ayudar con los problemas de salud mental, la musicoterapia también tiene muchos otros beneficios, como proporcionar un resultado creativo, ampliar el conocimiento y conciencia cultural, y mejorar las habilidades cognitivas como la memoria.
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