Por: Isabel Villagar
Hace unas semanas tuve el inmenso placer de conocer a Jose Luis Arostegui Plaza, catedrático de didáctica musical en la Universidad de Granada en un encuentro de docentes de música.
Ya había leído algunas de sus investigaciones pero capturó mi atención el maravilloso trabajo plasmado en un documental sobre la educación musical en la enseñanza obligatoria (primaria y secundaria) llevado a cabo por su grupo de investigación.
Se trata del proyecto de investigación IMPACTMUS (2015-2018) de la Universidad de Granada coordinado por Aróstegui y en el que participan y colaboran una importante lista de educadores musicales y profesores universitarios.
Después de haber visto con calma el documental entero titulado: "El Impacto de la Educación Musical Escolar en España", puedo decir que es un material audiovisual en el que merece la pena sumergirse y ver con detenimiento. ( Se puede ver en http://profmus.ugr.es/proyecto-impactmus/, abajo del todo, en la pestaña que pone "Serie Documental "El Impacto de la Educación Musical Escolar en España").
El extenso material, de muy buena calidad es muy recomendable para los amantes de la educación musical docentes y no docentes y no sólo de educación general, también para los docentes de enseñanzas de régimen especial que imparten sus clases en escuelas de música y conservatorios.
Es una investigación realizada con rigor y fiabilidad: no hay nada como hablar con los docentes que están al frente de las aulas de música tanto en primaria como en secundaria para saber qué pasa y cómo muchos docentes obtienen resultados maravillosos gracias a unas determinadas maneras de trabajar contextualizadas con el entorno y con las competencias de los docentes.
Como educadores musicales, opino que conocer estas buenas prácticas es una poderosa herramienta para tomar ideas. Lamentablemente en los centros de primaria y en muchos de secundaria los docentes de música están solos o no pueden formar equipo con iguales con facilidad. Sin embargo, aquellos que hacen un esfuerzo por transcender esa soledad potencian de forma exponencial el poder de la música a toda la comunidad educativa.
Saber qué hacen otros docentes y entender que el objetivo de las clases de música en la enseñanza obligatoria no es formar músicos profesionales sino proporcionar herramientas y recursos que permitan a los estudiantes, a lo largo de toda su enseñanza obligatoria aprender, valorar y sobre todo hacer música, es fundamental.
Y para hacer música hay que hacer que los alumnos y alumnas quieran hacer y descubrir este apasionante mundo. Sin embargo, la sociedad ha cambiado mucho, acercarse a todo tipo de músicas, ofrecer una educación basada en la práctica, emocionalmente significativa y ofrecer experiencias significativas es un gran reto, pero, como vemos en las prácticas que se muestran en el reportaje no es imposible.
Hay otro aspecto del documental que me ha encantado y son los testimonios de alumnos a los que las clases de música tuvieron un impacto positivo en su desarrollo personal y profesional. Lo que se entrelee de estos testimonios es que las clases prácticas, la práctica de conjunto, el sentimiento compartido de creadores y el entusiasmo y la pasión de los docentes son relevantes a la hora de que la enseñanza de la música sea efectiva y relevante. De hecho, me he sentido muy idenficada con esto, si no hubiera sido por un maravilloso profesor de música que tuve en primaria seguramente no estaba hoy aquí escribiendo estas líneas.
Una de las consecuencias de esto es que los profesores y profesoras, según lo visto en el documental deben empezar por aquellas partes en las que se sientan mas competentes, es decir, si lo tu fuerte es la percusión empieza por ahí, si tu fuerte es el canto empieza por ahí, si eres un excelente guitarrista enseña instrumentos de púa para empezar. La enseñanza de la música es una concepción tan extensa que pretender que un profesor de música de primaria o sencundaria sean excelentes en todos los aspectos es imposible y es más importante en determinados momenos la pasión que se le pone a las clases que la obra que estés enseñando.
Si vamos hacia una educación competencial lo mismo da los alumnos y alumnas aprendan qué es un acorde en una guitarra, en un teclado o en un coro que canta a voces. Si queremos que lean música lo mismo nos da que lo hagan con la voz, con una flauta o con instrumentos de láminas. Si queremos practicar el ritmo lo mismo nos da que lo hagan con percusión corporal, con un cajón flamenco o con una batería.
Es importante reflexionar sobre cómo nos han enseñado a nosotros y no quedarnos anclados ahí. Un buen docente es creativo, no busca recetas que solucionen los problemas del aula sino que hace un diagnóstico y busca las mejores herramientas para que el aprendizaje se produzca. De esta manera es como un docente se hace a sí mismo y se transforma en pedagogo.
En el programa de mentorización de profesores HCSM que imparto hacemos mucho hincapié en estas cuestiones de desarrollo como pedagogos y se respeta 100% la propia manera y el efoque que da el docente a sus clases, mentorizar es esto... señalar puntos de mejora pero dando por hecho que el docente ya ejerce su trabajo de una manera adecuada.