Por: Redacción
Francisco Araiza, conocido por muchos como “El Maestro” Araiza, es un talentosísimo músico mexicano que por medio de su talento ha cautivado la apreciación de muchos.
Un talento mexicano que ha sido internacionalizado como otros de sus coterráneos, pero con menor ámbito comercial pues, el maestro, está especializado en el género ópera y, al no ser un género masivo, no logra la atención de las grandes disqueras enfocadas solo en obtener ganancias, no obstante, ha logrado transmitir su talento y generado gran reconocimiento por su trabajo alrededor del mundo.
Un reconocimiento mundial al talento de Francisco Araiza
En definitiva, Francisco Araiza es alguien que se ha hecho un camino en la música, y muy específicamente en el género ópera, en donde se ha hecho de muchísimos reconocimientos, lo que de seguro nos da el permiso para nombrarle como un archi representante de tal género, con incontables reconocimientos, premios y menciones emitidas por diferentes organizaciones en diversos países del mundo.
Algunos de ellos se dieron luego de su debut en la ciudad de México, por allá de los años 70, cuando empezó a ser reconocido su talento, como en 1974 en Alemania, cuando se le otorgó el reconocimiento al Cantante Mozartiano y Heredero Legítimo de Fritz Wunderlich, en 1974.
En su larga carrera, el maestro Araiza ha tenido el privilegio de trabajar con los más grandes directores de música cómo Herbert von Karajan, Karl Böhm, Carlo Maria Giulini, Sir Colin Davis, Claudio Abbado, Riccardo Muti, Seiji Ozawa, Christian Thielemann y Daniel Barenboim.
Además, fue nombrado miembro permanente de la Opera de Zúrich y ha tenido la oportunidad de presentarse en casi todo Europa, en diversos festivales de ópera, como los festivales de Múnich, Viena, La Scala de Milán, en el Covent Garden de Paría y en tierras norte americanas, en la Ópera Metropolitana de Nueva York.
La formación musical de Francisco Araiza
El maestro estudió música, como cualquier otro mortal aspirante a obtener conocimiento sobre un tema que le apasionaba, en la UNAM (Universidad Nacional Autónoma de México); aunque sus primeras intenciones fueron las de convertiste en organista, quizás porque era lo que su mente veía como algo promisorio.
Debido a sus escasos recursos, su formación fue producto de un esfuerzo extra por parte de sus progenitores.
Su padre fue músico, pianista, cantante y director y en su familia casi todos crecieron y fueron educados en la música de manera empírica. Sin embargo, el destino le tenía programado algo mejor.
Como parte de esa educación musical con ansias de ser organista, Araiza debía pasar una materia, Conjuntos Corales. Ahí, sus maestros lograron identificar su tipo de voz y su capacidad vocal y le dieron consejos para que empezara a tomar clases de canto y reencauzara su carrera hacia dicha disciplina.
Decisión y cambios para hacer del canto su vida
Debido a que la universidad no ofrecía clases para profundizar en el desarrollo vocal del alumno, Francisco tomó la decisión de ir a tomar clases en el Conservatorio Nacional de Música de la ciudad de México.
Fue ahí donde conoció a dos profesoras que estaban destinadas a crear una influencia significativa en el joven estudiante, la maestra Irma González, (soprano y profesora de canto que falleció en 2008) y la profesora Erika Kubaseck, quien se convirtió en su mentora, enseñándole muchos aspectos relevantes para dominar su voz, mejorarla y desarrollar todo el potencial que identificó en Araiza.
Con la guía de estas maestras, el joven Araiza se armó de confianza y se inscribió para participar en el concurso Internacional ARD en Alemania, y quedó en el tercer lugar.
Esto le abrió oportunidades para Fernando, pues a partir de la fecha empezaron a llegarle ofrecimientos para participar en festivales y demás, mientras aprovechaba su tiempo para estudiar en la Escuela Superior de Música y Teatro de Múnich.
Durante tres años formó parte de la Opera de Karlsruhe y luego tuvo su primera aparición en Europa con el Teatro Estatal de Karlsruhe, con la ópera de Mozart “Cosí fan tutte” dirigida por Klaus Weise.
Conciertos y presentaciones del Tenor Mexicano
Muchos son los lugares en los que se ha presentado y las obras que ha interpretado Fernando a lo largo de su carrera, la cual inició en Europa, pero se internacionalizó prolíficamente, aunque el siempre se ha definido como un tenor mexicano que tuvo la oportunidad de estudiar en el extranjero.
Dentro de las principales obras interpretadas y los lugares donde se llevaron a cabo tenemos las siguientes:
- Fidelio, de Beethoven (Bonn, Alemania)
- Fausto, de Gounod (Zúrich, Suiza)
- Don Carlos, de Verdi (Viena, Austria)
- Lucia di Lammermoor, de Donizetti (Orange, Francia)
- Carmen, de Bizet (Viena, Austria)
- Tosca, de Puccini (Berlín, Alemania)
- La Bohème, de Puccini (Zúrich, Suiza)
- Roméo et Juliette, de Gounod (Zúrich, Suiza)
- Die Rose vom Liebesgarten, de Pfitzner (Zúrich, Suiza)
- La Traviata, de Verdi (Zúrich, Suiza)
- Thérèse, de Massenet (Zúrich, Suiza)
Sus más recientes presentaciones se han realizado en su tierra natal, en la Ciudad de México, en donde ha llevado a cabo varios Recitales y Conciertos y además la interpretación de obras reconocidas como:
- Fidelio, de Beethoven
- Death in Venice, de Britten
- Die Walküre, de Wagner y
- Carmen, de Bizet
Sin duda alguna podemos aseverar que Fernando Araiza es un cantante de ópera mexicano que está posicionado como uno de los más grandes exponentes del bel canto contemporáneo por la crítica mundial, quien en su carrera ha tenido la oportunidad de tocar las fibras de sus maestros, mentores, colegas y del público en general que ha tenido la oportunidad de verle en sus interpretaciones en diferentes lugares alrededor del mundo.
Hoy Francisco está un poco alejado de los escenarios, pero sigue trabajando para transmitir ese conocimiento adquirido, a las nuevas generaciones de cantantes que desean dar lo mejor de sí para el mundo.
