Viene de PARTE I
El sistema cantometrics también provee de de una base para comprender este desarrollo histórico.
Del estudio de las los modelos estilísticos se deduce que que los perfiles se conservan y renuevan a si mismos, a través de procesos históricos, debilitando o manteniendo tipos de canciones de base funcional.
Lomax pone como ejemplo el estilo de canto coral bien integrado y más antiguo ha sobrevivido en áreas montañosas, en islas y en los márgenes de Europa occidental.
Se comprobó que en aquellas áreas en donde la gente canta naturalmente en coros bien integrados y a menudo de manera armónica, las melodías tienen a adoptar la forma de letanías, patrones melódicos más complejos, la ornamentación melódica menos importante y las voces más graves, más abiertas, más relajadas, menos nasales.
Y se aventura a afirmar que estas manifestaciones se asemejan fuertemente al modelo de los estilos de canto africano más simple.
Para justificar los extremos en la valoración cualitativa de las canciones propone dos extremos vinculados a la estructura social de la música y que tiene que ver con la organización del trabajo del grupo musical en base a la hipótesis de que la estructura musical es un reflejo e la estructura social.
En un extremos tendríamos el modelo occidental: una voz domina a un grupo de oyentes pasivos; el cantante principal manda y domina a los oyentes durante la actuación. En términos sociológicos, de autoridad exclusiva.
Y el opuesto a los Pigmeos-Bosquimanos: cada miembro del grupo participa en: ritmo, contrapunto y recreación de la melodía.
Forman coros sentándose en círculo, con sus cuerpos en contacto, con alternancia de líderes y fuerte espíritu de grupo, en el canto de los pigmeos, no existe el canto solista, los cantos corales pueden ser iniciados por cualquiera, sin importar si tiene talento o no.
El principal placer de los cantantes está en escuchar los efectos de contrapunto producido por el grupo.
El perfil de los bosquimanos es casi idéntico y sólo difiere en que el canto es predominantemente solista.
Y entre estos extremos establece tres patrones que abarcan grandes áreas:
Patrón bárdico.
Ejecución solista es también dominante pero varios niveles de acompañamiento sustentan y refuerzan la autoridad del solista líder.
Es una consecuencia del modelo social de agricultores que dependen de la construcción y mantenimiento de un complejo de grandes canales y represas en el que surge el control despótico del trabajo, la tierra, la estructura política, la justicia, la religión y la vida familiar. El canto coral en la zona bárdica está reducido al mínimo. El canto se apoya en el acompañamiento instrumental.
Patrón amerindio: Cada persona tiene su protector sobrenatural.
Los jefes permanentesno tenían una autoridad directa. Los individuos eran entrenados desde la infancia para aventurarse valientemente confiando en si mismos.
La actividad colectiva era mínima y siempre de manera voluntaria. Y el modelo del grupo musical indigenas sigue estas premisas sociales. El guía inicia la canción pero luego se sumerge en el coro ejecutando el mismo material al unísono. Importancia del texto minimizada. Pocas frases repetidas.
Patrón negro africano: Tipo de canto antofonia entrelazada.
Un líder inicia el canto y un grupo le sigue. Frase letánica por frase letánica. Los coros fusionan sus voces en sorprendentes efectos tonales.
A modo de conclusión
Cabe señalar que el método proporciona utilidades tanto para los etnomusicólogos como para la antropólogos.
Mientras las música sea considerada interculturalmente como un todo y en términos decomportamiento, será posible localizar estructuras comparables a los patrones culturales conocidos.
Estas estéticas permanecen relativamente estables a través del tiempo y del espacio.
Estas estructuras estables corresponden y representan patrones de relación interpersonal fundamentales en las diversas formas de organización social.
El análisis de las estructuras cantométricas puede proporcionar un modo preciso e iluminador para la observación del proceso cultural mismo.
Dado que el sistema de codificación cantométrico trata del material expresivo que todas las sociedades proporcionan de manera espontánea y no premeditada, puede convertirse en una herramienta para caracterizar, y en algún sentido medir, los patrones emocionales grupales.
Del estudio de las los modelos estilísticos se deduce que que los perfiles se conservan y renuevan a si mismos, a través de procesos históricos, debilitando o manteniendo tipos de canciones de base funcional.
Lomax pone como ejemplo el estilo de canto coral bien integrado y más antiguo ha sobrevivido en áreas montañosas, en islas y en los márgenes de Europa occidental.
Se comprobó que en aquellas áreas en donde la gente canta naturalmente en coros bien integrados y a menudo de manera armónica, las melodías tienen a adoptar la forma de letanías, patrones melódicos más complejos, la ornamentación melódica menos importante y las voces más graves, más abiertas, más relajadas, menos nasales.
Y se aventura a afirmar que estas manifestaciones se asemejan fuertemente al modelo de los estilos de canto africano más simple.
Para justificar los extremos en la valoración cualitativa de las canciones propone dos extremos vinculados a la estructura social de la música y que tiene que ver con la organización del trabajo del grupo musical en base a la hipótesis de que la estructura musical es un reflejo e la estructura social.
En un extremos tendríamos el modelo occidental: una voz domina a un grupo de oyentes pasivos; el cantante principal manda y domina a los oyentes durante la actuación. En términos sociológicos, de autoridad exclusiva.
Y el opuesto a los Pigmeos-Bosquimanos: cada miembro del grupo participa en: ritmo, contrapunto y recreación de la melodía.
Forman coros sentándose en círculo, con sus cuerpos en contacto, con alternancia de líderes y fuerte espíritu de grupo, en el canto de los pigmeos, no existe el canto solista, los cantos corales pueden ser iniciados por cualquiera, sin importar si tiene talento o no.
El principal placer de los cantantes está en escuchar los efectos de contrapunto producido por el grupo.
El perfil de los bosquimanos es casi idéntico y sólo difiere en que el canto es predominantemente solista.
Y entre estos extremos establece tres patrones que abarcan grandes áreas:
Patrón bárdico.
Ejecución solista es también dominante pero varios niveles de acompañamiento sustentan y refuerzan la autoridad del solista líder.
Es una consecuencia del modelo social de agricultores que dependen de la construcción y mantenimiento de un complejo de grandes canales y represas en el que surge el control despótico del trabajo, la tierra, la estructura política, la justicia, la religión y la vida familiar. El canto coral en la zona bárdica está reducido al mínimo. El canto se apoya en el acompañamiento instrumental.
Patrón amerindio: Cada persona tiene su protector sobrenatural.
Los jefes permanentesno tenían una autoridad directa. Los individuos eran entrenados desde la infancia para aventurarse valientemente confiando en si mismos.
La actividad colectiva era mínima y siempre de manera voluntaria. Y el modelo del grupo musical indigenas sigue estas premisas sociales. El guía inicia la canción pero luego se sumerge en el coro ejecutando el mismo material al unísono. Importancia del texto minimizada. Pocas frases repetidas.
Patrón negro africano: Tipo de canto antofonia entrelazada.
Un líder inicia el canto y un grupo le sigue. Frase letánica por frase letánica. Los coros fusionan sus voces en sorprendentes efectos tonales.
A modo de conclusión
Cabe señalar que el método proporciona utilidades tanto para los etnomusicólogos como para la antropólogos.
Mientras las música sea considerada interculturalmente como un todo y en términos decomportamiento, será posible localizar estructuras comparables a los patrones culturales conocidos.
Estas estéticas permanecen relativamente estables a través del tiempo y del espacio.
Estas estructuras estables corresponden y representan patrones de relación interpersonal fundamentales en las diversas formas de organización social.
El análisis de las estructuras cantométricas puede proporcionar un modo preciso e iluminador para la observación del proceso cultural mismo.
Dado que el sistema de codificación cantométrico trata del material expresivo que todas las sociedades proporcionan de manera espontánea y no premeditada, puede convertirse en una herramienta para caracterizar, y en algún sentido medir, los patrones emocionales grupales.
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