Por: Isabel Villagar, profesora online de canto
Sobre las aptitudes musicales
Partiendo de que el establecimiento de un buen gesto vocal permitirá el desarrollo del esquema corporal vocal, es más fácil entender de qué manera se puede adaptar la enseñanza del canto a las características evolutivas de los niños y adolescentes en función de su desarrollo y bajo una perspectiva científica que se fundamente en los conocimientos sobre el desarrollo de aparato fonador, la adquisición de aptitudes musicales y vocales y los principios anatómicos y fisiológicos que rigen el funcionamiento de la voz (postura, respiración, emisión vocal, resonancia, dicción, afinación).
Actualmente sabemos que esas ventanas plásticas o periodos críticos, en las que el medio específico que rodea al individuo debe estar necesariamente presente, son absolutamente fundamentales para el desarrollo de muchas funciones del cerebro como son el habla, la visión, la emoción, las habilidades para la música y el canto, las matemáticas, el aprendizaje de una segunda lengua o en general procesos cognitivos (conocimiento y razonamiento).
Audiation
es la capacidad equivalente
del pensamiento
con respecto al lenguaje.
Se podría concretar como la cognición musical o el pensamiento musical.
Por eso es preciso diferenciar el acto de hablar una lengua sobre el de reflexionar y entender cómo se produce (léxico, gramática, semántica).
Una persona puede hablar una lengua pero no ser capaz de abstraerla y pensar en las estructuras de la misma.
De la misma manera, hay que diferenciar entre la capacidad de escuchar música mentalmente (recrear mentalmente una canción, una forma mental de imitación que no requiere comprensión) de la audiation, que es el proceso mental de dar sentido a la música siendo capaces de extraer su sintaxis (sonidos ordenados que crean estructuras comprensibles).
Al pensar musicalmente comprendemos esta sintaxis y somos capaces posteriormente de expresar nuestras ideas musicales de acuerdo con ella.
La neurociencia ha estudiado también que cuando una persona escucha una melodía puede extraer al menos trece tipos de información que mejorarán la cognición musical y será capaz de extraer la máxima información sobre el patrón rítmico y melódico para poder comprender la estructura musical de la pieza.
De una melodía se puede discriminar:
- la identidad instrumental (distinguir timbres),
- agrupación o segmentación de la melodía (frases y motivos),
- pulso y compás,
- escala o modo,
- contorno melódico,
- paralelismo (partes repetidas o diferentes),
- intervalos y expectativa de desarrollo de la melodía,
- tensión y resolución,
- ornamentación,
- armonía implícita,
- expresión,
- complejidad
- y meta-relaciones (asociaciones con otras músicas conocidas).
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