Por: Redacción
¿Te gusta el Jazz?, aquí te compartimos una guía con consejos que debes seguir para conocer todo sobre este género musical.
El Jazz es un género que siempre estuvo vivo y lo estará.
Siempre apreciado como música negra, su ritmo es tan versátil y variado que llega a los corazones de millones de personas en todas las variantes que existen y ha evolucionado a tal punto de sobrepasar las barreras raciales de la época y las actuales.
Es importante que las nuevas generaciones de músicos mantengan vivo el interés por la música Jazz, escuchándola y desarrollando nuevas opciones y géneros, traspasando así las barreras del tiempo y la dimensión musical.
Por esa razón, este artículo va de la importancia del Jazz como género, como empezar a apreciarlo y las diferentes versiones que existen, de las que se puede obtener inspiración para crear nuevas piezas musicales.
Primera recomendación
Diferencias que debes encontrar y reconocer entre el Jazz y la música clásica
Existen diferencias importantes entre la música de jazz y la música clásica.
Imprimir un sonido propio a la pieza musical
Por lo general los músicos de jazz siempre están en la búsqueda de obtener un sonido que les identifique y les haga sobresalir del resto, ya que consideran esto un elemento importante, más allá de mantener la pureza del género.
Sin embargo, en la música clásica, lo que se busca es obtener un sonido lo más homogéneo posible, de todos los participantes en la orquesta, respetando la guía de un director que les conducirá a obtener el mejor resultado.
El uso del Fraseo en ambos géneros
Otro punto es que, en el Jazz hay fraseo y tiene sus particularidades, pues cada intérprete puede hacer su propia versión. Y es que este esquema básico de llamada respuesta es algo propio de la música afrocaribeña, común en la música de los esclavos que trabajaban en campos de algodón en Estados Unidos.
A diferencia de este contexto, en la música clásica, el fraseo está escrito en la partitura por el compositor y el intérprete solo debe seguir y obedecer las indicaciones para su ejecución, sin variar nada.
La improvisación y permisibilidad de uso
La improvisación no puede faltar en el Jazz, es como que uno va ligado al otro y esto le hace un género bastante diferenciado de los demás.
En el caso de la música clásica los músicos que tocan instrumentos hacen sus solos con espectaculares improvisaciones de gran proyección individual, aunque también, según la pieza, puede darse una improvisación colectiva con todos los instrumentos tocando a la vez.
La participación de las partituras en la improvisación
Los que tocan instrumentos en el Jazz tienen partituras de acordes sobre las que se basan para realizar improvisaciones. Se "inspiran" al momento de hacer su ejecución, lo que implica que siempre será una interpretación única, propia y diferente en cada ocasión.
En la música clásica siempre existe una partitura con las notas musicales escritas por el compositor, que es la guía para que el ejecutante siga y no puede tocar otras diferentes de esas.
Segunda recomendación
Empieza escuchando a los grandes maestros quienes han hecho de este género lo que es
Algunos de ellos, por sólo citar diez, pues la lista podría ser casi infinita:
- Ella Fitzgerald
- Miles Davis
- Sarah Vaughan
- Ben Webster
- Óscar Peterson
- Chet Baker
- Stan Getz
- Louis Armstrong
- Duke Ellington
- Charlie Parker...
Tercera recomendación
Presta especial atención al ritmo
Si de verdad estás interesado en conocer más sobre Jazz, empieza afinando tu oído para escuchar los detalles del ritmo, el boom del bajo, el swing de la batería y la potencia de la trompeta o la influencia del saxofón en tu composición musical.
No hay duda alguna que este género se caracteriza por el uso de ritmos y melodías que están en la forma de una escala heptáfona, es decir siete notas, de modo mayor a menor; aunque también pueden variar a escala de cinco notas y que se añaden a una serie de notas variadas, para así llegar casi a la atonalidad.
Armonía versus Melodía
Cuando de Jazz se trata, hay que tener presente que este ritmo, por su naturaleza, es más melódico que armónico. Esto significa que al principio fue la melodía y luego se fue incorporando la armonía.
Por eso, cuando están trabajando con piezas de Jazz que es factible apreciar que la armonía se incorpora más tarde y se da prioridad a la melodía, por sus ritmos africanos intrínsecos. El jazz adopta solo aquellas armonías más simples, que mejor se incorporen a la melodía africana.
Improvisación colectiva o individual
Es conveniente aclarar que, aunque los conceptos puedan parecer simples, existe diferencia entre la improvisación colectiva, en la que cada instrumentalista crea su parte sobre la marcha, inspirándose en el tema de la pieza, con diferentes melodías y la improvisación individual.
Esta ultima es en la que cada miembro del grupo improvisa de forma única y por turnos los “solos” o también conocidos como rupturas. El Jazz posee una cualidad rítmica particular y es conocida alrededor del mundo como “swing”.
El Swing está definido por aquella pulsación que trasciende la interpretación y lo hace inconfundible con un carácter personal muy sensual, que grandes improvisadores han hecho uso de eso como Billie Holiday y Ella Fitzgerald.
Los instrumentos musicales clave en la creación del Jazz
Para el Jazz, el elemento rítmico utilizado es la síncopa, lo que se conoce como el desplazamiento del acento de la parte fuerte del compás hacia la parte débil. El fraseo propio de los músicos tiene gran singularidad al momento de la interpretación, porque repetir no es una opción.
Algunas agrupaciones instrumentales como el trío, cuarteto, quinteto y similares usan instrumentos como la corneta, trompeta, trombón, saxofón, tuba, fiscorno (viento/metal), clarinete (viento/madera), contrabajo (cuerda), batería (percusión con membrana), piano (cuerda/tecla) y por ende la voz del intérprete o cantante.
Después, se incorporaron instrumentos procedentes de otros géneros familiares a la música clásica, tales como el violín, el órgano y la flauta.
El Jazz en el entorno de cada día
Una vez vayas afinando los oídos y empieces a escuchar melodías te darás cuenta de que el Jazz está por todos lados, en playlists en plataformas, en películas, en anuncios comerciales y en el entorno en general, hasta como música ambiental en malls.
En el ámbito cinematográfico hay grandes producciones que relatan la vida de los maestros del Jazz, como “Bird”, de Clint Eastwood, una de las mejores producciones al respecto.
Por otro lado, el Jazz siempre ha sido un género tan versátil, capaz de fusionarse con otros estilos, que en países como Perú, lo ha hecho de una forma excepcional con la música afroperuana creando un nuevo estilo: el jazz afroperuano.
Tendencias musicales en el Jazz
El jazz evolucionó a lo largo de los años y surgieron numerosos subgéneros: Blues (1870-1890), Ragtime (1890-1900), New Orleans (blues y ragtime, 1890-1910), Dixieland (1910-1920), Jazz de Chicago y Nueva York (1920-1930), Swing (1930-1940), Bebop o Bop (1940-1950), Cool y Hard Bop (1950-1960), Free Jazz (1960-1970), Jazz fusión (1970-1990) y Jazz contemporáneo, desde la década de 1990 a la fecha.
A partir de los años 70 del siglo pasado, aparecieron fusiones del jazz con otros tipos de géneros, como las realizadas con el flamenco, el rock o las músicas latinas y étnicas, que continúan mezclándose hasta hoy en busca de nuevas combinaciones.
A lo largo del desarrollo del jazz, se ha tenido en lugar preponderante diferentes instrumentos como el piano en el ragtime, la trompeta en la época de Nueva Orleans y Chicago, el clarinete, el saxo (soprano, alto, tenor y barítono), el trombón, el contrabajo y la batería en el swing, la percusión ampliada (membrana, madera, semillas, metal, etc.) junto con el vibráfono, la guitarra, los teclados, la flauta, el violín, el fliscorno y la kora, en el jazz fusión y jazz contemporáneo.
En el siglo XXI, el jazz progresa de forma acelerada e incorpora ritmos del rap y del hip-hop (tipo de música que hacen los más jóvenes) dejando atrás los anteriores instrumentos y utilizando más los electrónicos, de los que existe una gran variedad. Una vez más, el jazz describe musicalmente lo que sucede en la sociedad a través de sus intérpretes y ofrece un retrato fidedigno de los hechos más actuales junto con la huella sonora de las vivencias humanas, atravesando fronteras y convirtiéndose en un fenómeno mundial, con un original lenguaje musical que continúa hablándonos de la búsqueda de la libertad.
El Jazz como género
La parte básica y decisiva del jazz es la improvisación. Es lo que lo diferencia de otros tipos de música. Esta música se construye en el momento: el músico, al tocar un tema va construyendo su solo según su imaginación, sentimientos y emociones; así como sus habilidades, le indican en el momento. Por eso, el mismo tema tocado dos veces, nunca suena igual.
El jazz cautivó a muchos artistas desde sus inicios en los años 20.
Escritores como Jack Kerouac en su famosa novela On the road retrataron esta música. En español, Julio Cortázar fue un amante del jazz. En su novela Rayuela hay miles de referencias a esta música y uno de sus mejores cuentos El perseguidor, estuvo basado en la vida de Charlie Parker. Este año, el Festival de Jazz PUCP se lleva a cabo celebrando a Cortázar, por lo que se le ha llamado Cronopio’s Swing.
En los 40 el Jazz se volvió símbolo de una revolución social: la de los afroamericanos que luchaban por sus derechos en una época de segregación racial. Esto se hizo más fuerte durante los 60 cuando las reivindicaciones tuvieron más eco social y grandes músicos fueron parte de los movimientos sociales de la época.
Hay muchos estilos de jazz: funk jazz, jazz rock, bebop, hard bop, swing, latin jazz, etc. siempre encontrarás un estilo afín a tu gusto.
El jazz, desde su invención a principios del siglo XX, fue considerado como música “de negros”, ruidosa y degenerada. Con el paso de los años fue demostrando que no solo era música intensa sino era musicalmente interesante. Así, el Jazz es la música que ha revolucionado y roto muchos paradigmas de la teoría musical, dándole al músico mucha más libertad que la que gozaba antes.